[[Amor en el Palacio]]

CAPITULO 65 "ESTRATEGIA PARA SERVIR EN LA CAMA"

Un mes después, la caballería dirigida por Ke Wei Qing libró una increíble batalla cerca del Fuerte Donglin, en la ladera norte de la ciudad de Donglin.

El líder de los bandidos, "Gran Cabeza de Cobre", fue informado de que la corte imperial había enviado tropas para asediar el fuerte, por lo que se confabuló con el reino afiliado de Lingquan y cavó una serie de pasadizos secretos para transportar una gran cantidad de flechas, armaduras y agua de cal.

El fuerte se encontraba entre dos montañas, con altos muros y un foso profundo, lo que lo hacía extremadamente defensivo. Además, el abundante suministro de agua de cal causaba quemaduras incluso a los soldados que intentaban asaltar la fortaleza. Los soldados heridos, ciegos y gangrenados no podían volver al campo de batalla, y una sombra de dolor cubría todo el campamento militar.

Ke Wei Qing no solo se encontraba en el frente de batalla, golpeando el tambor y luchando en la línea del frente sangriento, sino que también se encargaba de cuidar a más de cien heridos. Los médicos militares que lo acompañaban estaban indefensos ante esta situación, salvo por las hierbas y el yeso preparados por el propio general Ke, que podían aliviar los fuertes dolores de los soldados.

"¿Qué clase de lucha de bandidos es esta? ¡Parece que estamos en guerra con Lingquan!"  Los suboficiales maldijeron a sus padres y madres y dijeron que querían que la corte enviara más tropas, pero Ke Wei Qing no accedió porque sabía que la ciudad sería capturada.

¡No fue hasta bien entrada la noche que Ke Wei Qing, arrastrando su cuerpo extremadamente cansado, regresó a la tienda del general instalada junto al río, donde las luces estaban encendidas y dos vicegenerales ya lo estaban esperando dentro, haciendo los últimos preparativos para la batalla decisiva del día siguiente.

"Su Alteza, descanse un poco".

A diferencia de la tienda habitual del comandante, la de Ke Wei Qing era modesta, con solo una gran mesa de piedra, un diván cubierto de paja y cuatro taburetes de piedra.

Los ayudantes izquierdo y derecho, llamados Zhang Huzi y Liu Fuqiang, eran de origen pobre. Eran veinteañeros, morenos y robustos, y Ke Wei Qing los promovió como tenientes por su destacado valor y sus excelentes artes marciales.

Por supuesto, esta decisión disgustaba mucho a Zhao Guowei. Zhao Guowei había querido originalmente poner sus "manos y pies" en las filas, pero el emperador había dado a Ke Wei Qing el privilegio de promover a sus propios generales y nadie más podía interferir.

Por lo tanto, aquellos eruditos, trabajadores, granjeros y hombres de negocios que generalmente solo hacen el trabajo más duro y agotador ahora tenian la oportunidad de ser promovidos. Los vicegenerales estaban especialmente agradecidos por la oportunidad que Ke Wei Qing les había brindado y mostraban una gran obediencia a su liderazgo.

Además, en este mundo no se ha visto a ningún hijo de la nobleza que atienda personalmente a los soldados heridos y les cambie los vendajes. En el pasado, los líderes nobles, especialmente aquellos que se presentaban como líderes militares, simplemente se lavaban las manos y huían rápidamente cuando se encontraban en peligro.

Esas victorias se ganaron a expensas de la vida de los soldados.

Pero el general Ke era diferente, amaba a sus soldados como a hijos y nunca habría actuado de forma imprudente. Si cualquier otro hubiera venido a atacar la fortaleza de Donglin, me temo que ya habrían sido aniquilados.

"Tú también, siéntate". Ke Wei Qing no había cerrado los ojos en dos días, pero aún parecía lleno de energía.

"Su Excelencia, las dos fuerzas de avanzada ya están bien posicionadas". Zhang Hu Zi se sentó en el lado derecho de la gran mesa e informó a Ke Wei Qing en la silla:  "Todo está yendo según lo esperado. Cuando el líder enemigo, Cabeza de cobre, vio que no podíamos superarlo, se relajó dentro del fuerte sin saber que esto era una estratagema para ganar tiempo".