[[Amor en el Palacio]]

CAPÍTULO 112 "IRA"

Se trataba de una aldea de unas trescientas familias con una población de más de mil habitantes, llamada "Aldea Da Zhou".

El ejército guerrillero dirigido por Hong Liu ya se dirigía directamente hacia allí, con la intención de tender emboscadas a lo largo de la costa, listos para realizar un ataque sorpresa.

Además, había una fuerza naval de 10.000 hombres, que también bajaba por el río de norte a sur, y que se reuniría con el ejército dirigido por Ke Wei Qing, por lo que no podían demorarse demasiado. Con impotencia, su fuerza y resistencia eran ahora mucho menores que antes. El sol abrasador, la feroz batalla, casi habían agotado su aliento.

Después de entrar por la puerta del pueblo, la sombra de los árboles hizo que Ke Wei Qing exhalara un largo suspiro. Mirando a su alrededor, a pesar de la espaciosa acera y las deslumbrantes tiendas y comercios, había pocos peatones. Sólo había unos pocos ancianos que no huyeron o se escondieron al ver al ejército del Pájaro Brujo y seguían sentados en sus porches.

"Vamos allá". Yong Lin quería encontrar una casa espaciosa y limpia para Ke Wei Qing, pero después de recorrer casi toda la calle, todo lo que vio fueron edificios vacíos.

En la parte trasera de la aldea había un templo con un antiguo baniano delante, que era el edificio más grande de la aldea.Después de organizar a los guardias, Yong Lin llevó a Ke Wei Qing a quedarse en el templo.

El joven monje huyó, dejando sólo a un viejo monje de unos setenta años, de cara redonda y larga barba blanca, que vestía una túnica roja. Cuando vio a Ke Wei Qing y a Yong Lin en traje militar, se inclinó y juntó las palmas de las manos, murmurando: "Buda Amitabha. Es bueno, es bueno. ¡Dos benefactores, dejen los cuchillos de carnicero y conviértanse en Budas en el suelo!"

Yong Lin se limitó a sonreír y devolver la reverencia, y luego preguntó: "Abad, ¿sabe algo de medicina?"

"Conozco un poco el tema, pero ¿este maestro sufre una enfermedad?" El viejo monje preguntó sin ambages. Sólo con mirar la cara de Ke Wei Qing, podía decir que estaba enfermo.

"¡No, estoy bien!" Ke Wei Qing frunció el ceño y dijo con disgusto: "Yong Lin, ¿qué estás haciendo?"

"El abad puede ver que no estás bien, así que entra y deja que te tome el pulso". Yong Lin arrastró a Ke Wei Qing por el brazo y lo llevó a una habitación de invitados.

Esta sala estaba reservada para los invitados que ofrecían incienso y estaba inmaculadamente limpia, con una bandeja de flores de gipsófila sobre la mesa de brezo.

"¡Yong Lin! Estoy muy bien". Ke Wei Qing luchó por liberarse y dijo en voz alta: "¡Aunque no me sienta bien, me diagnosticaré a mí mismo! No necesito a nadie más..."

"Un sanador no puede curarse a sí mismo". Yong Lin fue aún más insistente:"¡Necesitas ayuda ahora!"

"¡Te he dicho que estoy bien! Sólo estoy un poco cansado, ¡no te interpongas en nuestra marcha!" Dijo Ke Wei Qing con obstinación, con una cara fea e incluso quería salir corriendo de la habitación.

El viejo monje los miró a los dos con vergüenza, uno no tenía buen aspecto pero seguía siendo guapo, el otro, aunque estaba polvoriento, seguía teniendo un aire noble, obviamente no eran los típicos rebeldes.

"Lo siento, Wei Qing." Yong Lin de repente dio un paso y rápidamente tocó su punto de acupuntura con los dedos. Ke Wei Qing no pudo moverse a tiempo para defenderse, e incluso habló con gran dificultad: "¡Yong...!

"Pequeño, no dejaré que te pase nada," Dijo suavemente, luego levantó a Ke Wei Qing y se dirigió a la cama con la cortina de gasa verde que colgaba sobre ella.