La Atrevida Esposa del Sr. Tycoons 2

Capitulo 212: Complacer a la gente

"Mi nieta es bastante asombrosa, ¿no es así?" Zhao Moyao tarareó:

"Ella nunca ve ese rasgo en sí misma. Culpo a sus padres por la forma horrible en que la criaron y la arruinó. Su infancia fue dura, pero estoy seguro de que ya lo sabes. Supongo que diría que debería culparme parcialmente. Fue mi comportamiento cruel y distante hacia mi hijo lo que lo convirtió en un padre fracasado".

A pesar de sus palabras, Zhao Moyao no se arrepintió de nada. No se arrepintió del trato hacia sus hijos, no se arrepintió de haber abandonado a sus nietos y no se arrepintió de todas las veces que golpeó a sus hijos.

Pero lo único de lo que se arrepintió, incluso si nunca lo admitiría, fue dejar a Zhao Lifei en manos de sus padres. La habían empañado más allá de la reparación e incluso hasta el día de hoy, sus cicatrices eran profundas, acompañándola hasta la edad adulta.

Ese bufón, Zheng Tianyi, y el trato de su pequeña amante hacia ella no ayudaron a Zhao Lifei en absoluto. Ella ya era un caparazón agrietado cuando estaba con Zheng Tianyi y después de que el bastardo la dejó por un vagabundo buscador de oro, ese caparazón se desmoronó en la nada.

Zhao Moyao pudo verlo claramente. La poca luz que había escondido dentro de esos ojos ambarinos suyos se había ido, robada por gente que nunca la mereció.

Recientemente, prácticamente pudo derramar lágrimas de alegría. La misma luz que perdió había regresado y esta vez, el brillo de la misma fue suficiente para rivalizar con las estrellas. Ella estaba más feliz que él jamás la había visto.

Su sonrisa era más genuina ahora, tan despreocupada y pura. Era diferente de la mujer que solía ser, la que se rompió por el hecho de que el hombre al que estaba preparada para amar fue robado en un abrir y cerrar de ojos, tan fácilmente y sin previo aviso.

"Siempre hay un dicho en el que un abuelo amará a su nieto, pero nunca tanto como ama a su hijo real. Qué palabras tan falsas". Murmuró Zhao Moyao.

Yang Feng se preguntó cuál fue la conclusión de su conversación, pero cuando vio el cambio en la emoción dentro de Zhao Moyao, la forma en que parecía estar recordando algo, Yang Feng se dio cuenta de que estaba obteniendo el permiso para terminar con Zhao Junkai de una vez por todas.

"Atesora bien a mi nieta, Yang Heng. Si no, iré personalmente por ti".

Si este fuera alguien más que el amado abuelo de su mujer, Yang Feng habría tomado la cabeza de Zhao Moyao por tales amenazas, pero no se atrevió a hacerlo, porque tal cosa lastimaría demasiado a su amada.

"Por supuesto."

"Ahora, si disculpas a este viejo tonto balbuceante, la cena comenzará pronto." Zhao Moyao se alejó, sin darle a Yang Feng una respuesta directa, pero su largo discurso fue suficiente.

Yang Feng le envió un mensaje a Chen Gaonan para concertar una reunión con Zhao Junkai. Había llegado el momento de poner en marcha su plan.

Yang Feng tomó un último sorbo de champán antes de volver a colocarlo en la bandeja de un camarero que pasaba. Buscó a su amada, pero se detuvo junto a la mesa de los postres y agarró un macarrón. Esto desconcertó a las personas cuya mirada se fijaba continuamente en él sin importar lo que hiciera.

Yang Feng se comió el postre de un bocado para asegurarse de que no pudiera probar el champán. Habían pasado más de cinco minutos y cuando vio que Zhao Lifei aún no había regresado, se preocupó. ¿A dónde se fue?

Tomó notas para sermonear a esa hermana pequeña suya. ¿Cómo podría huir sin decirle nada a Zhao Lifei? ¿Cómo se atrevía a hacer que su mujer se preocupara así cuando toda su atención debería estar en él?

Yang Feng gruñó y se alejó en la dirección en la que ella había caminado. Él envió un mensaje a los hombres que la seguían, quienes instantáneamente respondieron y le dieron su ubicación actual: el baño de mujeres.

Yang Feng apretó los labios mientras caminaba hacia allí y, efectivamente, había un grupo de personas discretas recorriendo los sinuosos pasillos. Nadie se habría dado cuenta de una sola cosa, a excepción de Yang Feng, que sabía que estos eran sus hombres.

El líder del grupo miró a su alrededor para asegurarse de que no hubiera nadie más allí, luego hizo un gesto a sus subordinados para que aseguraran el área. Caminó hacia Yang Feng, hizo una profunda reverencia y saludó: "Jefe, está aquí".

Yang Feng no respondió, sus ojos se posaron en la puerta de roble blanco con vidrio texturizado.

"La Jefa y Joven Señorita han estado allí por aproximadamente diez minutos. ¿Debo llamar a una mujer del otro equipo para que los revise?"

Yang Feng miró su reloj. La cena estaría servida en menos de cinco minutos. Necesitaba que ella comiera adecuadamente.

Yang Feng asintió con la cabeza.

Eso era todo lo que necesitaba el hombre. Su reverencia se hizo más profunda, asintiendo con la cabeza antes de ponerse de pie y llamar a una guardaespaldas. Menos de dos minutos después, llegó, hizo una reverencia y saludó a Yang Feng antes de volverse hacia la puerta.

Le dio un ligero golpe y entró. Al instante, se sorprendió al ver la escena frente a ella. Su Joven Señorita estaba llorando en los brazos de la Señora Jefa, sus sollozos y sollozos fuertes rebotaban en las paredes, pero debido a que esta habitación estaba insonorizada, nadie afuera escuchó una sola cosa.

"¡Feifei, fue horrible!" Yang Ruqin gimió, haciendo que las lágrimas calientes fluyeran de sus ojos, su cara roja, su cabello un poco desordenado y su cuerpo temblando con hipo ocasionales.

"¡A-todo lo que hacen es usarme!" Se atragantó, apenas capaz de hablar bien con los sollozos que sacudían su cuerpo.

"P-la gente sólo me agrada porque yo-yo" Dijo algo incoherente antes de llorar más fuerte, abrazando a Feifei por su vida.

Zhao Lifei sintió que su corazón se rompía con cada segundo que pasaba. Cuanto más lloraba su Qinqin, más intenso era el hormigueo en su pecho. Ella juró que quienquiera que hiciera esto sufriría su ira.

"Ahí, ahí, Qinqin, todo va a estar bien". Zhao Lifei consoló a Yang Ruqin dándole palmaditas en la espalda mientras ella gemía y la abrazaba con más fuerza.

"¡¿P-por qué no puedo agradar a la gente por lo que soy ?!"

"Porque la mayoría de los humanos son codiciosos y hambrientos de poder por naturaleza". Respondió Zhao Lifei, pasando suavemente su mano hacia arriba y hacia abajo por la espalda de Yang Ruqin. "No dejes que una persona horrible te arruine así. No les des la satisfacción. Contraataca, Qinqin. Si te insultan una vez, vuelve a insultarlos con el doble de crueldad. Debes combatir fuego con fuego".

Yang Ruqin asintió con la cabeza ante el consejo, y continuó enterrándose en los hombros de Zhao Lifei. "Pero que si-"

"Tengo que ser honesto. No agradarás a todos en este mundo. A medida que tu fama se eleve más allá de las nubes, también lo harán las palabras insultantes, pero no dejes que te derriben. A todas las manos que se aferran desesperadamente a tus pies, ya sea para robarte la fama, la riqueza y el poder, o simplemente para tirarte hacia abajo, patearlos a todos. Pisotear sus dedos, pero hazlo con dignidad y virtud. No seas físico con ellos, en cambio, deberías destruirlos verbalmente diez veces más de lo que te han hecho a ti ".

Yang Ruqin fue demasiado amable. Hubo momentos en que arremetía contra la gente, pero complacía a la gente desde que era joven, a menudo frenaba ese comportamiento. Dijeron que las personas más bondadosas deberían ser las más temidas porque su ira sería cien veces más dura que la de los demás; eso era cierto para ella.

Los gritos de Yang Ruqin se estaban calmando ahora, su cerebro absorbiendo completamente las palabras de Zhao Lifei.

Zhao Lifei sintió que había dejado de llorar, por lo que se retiró. Sacó un pañuelo de su bolso y limpió las mejillas húmedas de Qinqin antes de cepillar los mechones de cabello desordenados. "Eres tan fuerte como amable". Susurró, limpiando el maquillaje manchado de ella.

Yang Ruqin inhaló y asintió lentamente con la cabeza, creyendo completamente todas las palabras de Feifei. Nunca le habían hecho daño en el pasado y estaba segura de que seguiría así durante mucho tiempo.