La Atrevida Esposa del Sr. Tycoons 2

Capitulo 311: Montar toda la noche

La propuesta de matrimonio, o tal vez una celebración de cumpleaños ... Zhao Lifei no pudo encontrar las palabras adecuadas para describir esta noche. Al final, se conformó con ambos.

Se sirvieron los siete platos de la cena y la noche estaba llegando a su fin, o eso creía ella. Tenía el estómago lleno, algo que él se aseguraba y que a ella definitivamente no le importaba. Más tarde, se subieron a un automóvil y ella asumió que se dirigían a casa.

Zhao Lifei inclinó suavemente su cabeza sobre su hombro y lo sorprendió agarrando su mano primero, sosteniéndola con las dos pequeñas de ella.

Yang Feng la vio jugar con sus largos dedos. Tenía una sonrisa tonta en su rostro, ajena a la tierna mirada de él. Con uno de sus dedos, le tocó el pulgar y luego le sonrió con los ojos arrugados. Sus hoyuelos eran muy prominentes y quería pellizcar su mejilla.

"Pst, pst, tengo un secreto que contarte." Ella le susurró, instándolo a inclinar la cabeza hacia abajo para poder acceder a sus oídos.

Yang Feng estaba muy intrigado por lo que tenía que decir y lo complació de buena gana. "¿Hm? ¿Qué es?"

Como una colegiala, ella se acercó emocionada, le tapó las orejas con las manos y le susurró: "Te amo". Ella volvió a sentarse con una sonrisa. Sus palabras y acciones tocaron una fibra sensible en su corazón y ella le dio el golpe final agarrando repentinamente su brazo, tirándolo hacia abajo y sellando sus labios sobre los de él en un beso rápido.

"Como ya sabes, soy muy terco, mimado a veces y un poco loco, espero que sepas en lo que te estás metiendo". Ella le susurró, sus ojos cayeron en los anillos que descansaban en su mano derecha. Pasó un dedo sobre él, su corazón martilleaba contra su pecho.

La idea de ser su esposa legalmente casada seguía siendo un sueño muy surrealista para ella. A veces se sorprendía pellizcándose el brazo para despertarse de este sueño eufórico. Cada vez que no lo hacía, se emocionaba un poco. Esta era su realidad celestial.

"Tírame lo peor y lo convertiré en lo mejor". Yang Feng levantó la mano y ahuecó la parte posterior de su cabeza, atrayendo su rostro hacia él más. Su rápido beso encendió las llamas dentro de él, una a la que pensó que podría abandonar cuando la besó, pero en cambio, ella parecía estar avivando.

Los ojos de Zhao Lifei se cerraron mientras compartían un beso suave y lento que finalmente se volvió más ardiente de lo que esperaba. Podía sentir que se deslizaba hacia atrás y él la siguió hasta que la presionó contra la ventana. Uno de sus brazos serpenteó alrededor de su cintura, tirándola hacia su regazo, moldeando su cuerpo ágil contra el de él. Su otra mano se deslizó detrás de su cabeza, inclinando sus labios para alinearlos con los de él mientras el beso se hacía más profundo.

Zhao Lifei podía sentir algo duro presionando contra su muslo y cuando trató de ajustar sus piernas, un gruñido salió de los labios de Yang Feng. Sus ojos se abrieron cuando el brazo alrededor de su cintura se encajó en su muslo, manteniéndolo en su lugar.

Se echó hacia atrás y con una voz ronca y áspera, gruñó: "No lo muevas".

Sin darle la oportunidad de responder, volvió a capturar sus labios. Cuanto más la besaba o la tocaba, más lo deseaba, y era una adicción a la que nunca renunciaría. Ella dejó escapar un gemido silencioso, enviándolo al borde. Quería besarla suavemente ya que era un día especial para ella. Pero ella se retorcía en su regazo y soltaba pequeños gemidos que hicieron que su control se disparara.

Las manos de Zhao Lifei se deslizaron por su pecho, deslizándose sobre su cuello y llegando a ambos lados de su rostro donde ella las apoyó. Podía sentir que se mareaba, como siempre le pasaba a ella con sus besos, y sin nada a lo que agarrarse, solo podía sucumbir a ello.