La Atrevida Esposa del Sr. Tycoons 2

Capitulo 297: Oh querido

Zhao Lifei respondió a la llamada de Zhao Moyao, que fue solo una breve conversación para confirmar si se presentaría en la subasta mañana por la noche.

Ella pensó que era extraño que un evento tan importante se llevara a cabo un lunes por la noche, cuando la mayoría de la gente estaría demasiado agotada del trabajo para asistir, pero luego recordó que a la mayoría de estas personas probablemente no les importa tomarse días libres, ya que estaban principalmente los directores ejecutivos, directores financieros o vicepresidentes de sus empresas, o en una posición demasiado alta para que nadie se oponga a su salida.

Zhao Lifei debatió la idea de regresar a la habitación privada. Pensó que sería bueno iniciar la conversación porque Huo Qiudong parecía del tipo silencioso.

Al final, se escabulló hasta la pequeña ventana, abrió la más mínima rendija y trató de escuchar a escondidas su conversación. Podía escuchar la risa distintiva proveniente de Qinqin, quien parecía estar divagando. Esperaba que Qinqin dirigiera la conversación debido a su comportamiento alegre y tendencias extrovertidas.

Zhao Lifei asomó la cabeza más adentro y se sorprendió gratamente al ver a Huo Qiudong con una sonrisa suave y tranquila en su rostro. Estaba escuchando atentamente lo que sea que Qinqin estaba hablando con entusiasmo.

¿Me atrevo a decir que está asombrado? Pensó para sí misma. No quitó los ojos de ella durante toda la conversación, incluso cuando usó su cuchillo y tenedor para cortar el quiche de desayuno frente a él.

Zhao Lifei hizo una nota mental para preguntarle a Yang Ruqin sobre sus pensamientos sobre Huo Qiudong. Si ella no prefería el tipo silencioso, siempre estaba William Ning.

Sin querer molestar a los dos tortolitos potenciales, Zhao Lifei se dirigió hacia las personas que custodiaban la puerta. Movió su dedo con manicura y caminó por los pasillos, ordenando a todos que la siguieran.

Suspiró ante la cantidad de guardaespaldas que tenía, tanto de su abuelo como de Yang Feng. Sabía que si se quejaba, sería en oídos sordos porque a ambos solo les importaba una cosa: su seguridad.

- - - - -

Un discreto coche negro se detuvo junto a la acera y salió el chófer privado. Zhao Lifei estaba demasiado absorta en su teléfono para darse cuenta de quién era el conductor. Subió al coche. Se acurrucó cómodamente en los asientos de cuero con los ojos todavía pegados al teléfono. Ella estaba observando la tendencia cambiante de los mercados de valores y debatiendo en qué compañías también sería bueno invertir. Se estremeció un poco por la bajada de temperatura en el coche, pero siguió actualizando la pantalla del mercado de valores.

"¿Puedes bajar el aire acondicionado?" Le preguntó al conductor con la cabeza todavía agachada.

"Señora Jefa, el aire acondicionado no está encendido ..." respondió, mirando nerviosamente al espejo donde el rey demonio estaba sentado con las piernas cruzadas.

"Pero hace tanto frío aquí ..." resopló Zhao Lifei. "Encienda el calentador por favor."

De repente, una gran mano salió y le arrebató el teléfono de las manos, tirándolo en el asiento del pasajero. Él cerró la partición de golpe, impidiéndole siquiera mirarla.

"Qué diablos - oh cielos." Zhao Lifei tragó saliva al ver el bloque de hielo ferozmente enojado frente a ella. Él disparó dagas fuera de sus ojos, desafiándola a romper el delgado hielo que ahora estaba pisando.

"Esposo". Dijo nerviosamente, extendiendo sus manos para pacificar al hombre abandonado frente a ella.

Yang Feng se apartó las manos como si estuviera sucia. "No me toques." Gritó, temperamental como siempre. "¿Qué es tan importante que siempre estás en tu teléfono últimamente?"