La Atrevida Esposa del Sr. Tycoons 2

Capitulo 302: QuiQui

"Aunque no me recuerda…" murmuró Zhao Linhua para sí misma, decidiendo cambiar de tema. "A-en mi banquete de cumpleaños ... lo estaba buscando desde que lo vi entrar." Ella bajó la cabeza, sus ojos se llenaron de lágrimas por los recuerdos.

El regalo de cumpleaños que pidió a sus padres era que Yang Feng estuviera presente. Fue invitado muchas veces y cada vez, no respondió. Pero para su sorpresa, él apareció y entró en la habitación con la presencia y apariencia que avergonzarían a un príncipe azul.

En ese momento, sintió que todo su mundo se iluminaba. Nunca se había sentido más feliz en ese momento, porque era la primera vez que él asistía personalmente a uno de sus eventos. "Quería llorar lágrimas de felicidad cuando asistió ... ¡Así que imagina mi sorpresa y dolor cuando fue directamente hacia Zhao Lifei!" Sus uñas se clavaron en su palma ante el horrible recuerdo.

"Toda la noche, desde que desapareció con mi patética y lamentable excusa de hermana a cuestas, lo estuve buscando ..."

Xia Mengxi mantuvo la boca cerrada. Sabía exactamente dónde estaba Yang Feng, porque estaba allí para presenciarlo personalmente caminar tras Zhao Lifei, quien no la perdonó en ningún momento del día. Ella podría haber informado fácilmente a Zhao Linhua donde estaba Yang Feng. Sin embargo, ella no lo hizo.

Zhao Linhua hipo, frotándose los ojos con enojo cuando sintió que se humedecían con lágrimas no derramadas. "S-lo siento por despotricar tanto esta noche. No era mi intención, pero estaba tan enojado por esta noche."

Sin previo aviso, atrajo a Xia Mengxi en un fuerte abrazo. "Muchas gracias, Mengxi, por invitarme aquí esta noche para dejar de pensar en los problemas que ocurren en casa ... Realmente significa mucho para mí". Su voz se volvió un poco más tranquila. Ella estaba tomando el control de sus emociones que estaban por todo el lugar. No sabía por qué quería despotricar tanto esta noche, pero al ver el rostro de su hermana mayor por primera vez en mucho tiempo, toda la ira reprimida salió a la luz.

El rostro de Xia Mengxi se suavizó, genuinamente preocupada por su buena amiga. Zhao Linhua era la única mujer del enorme grupo de la alta sociedad que le era leal. Sabía que era porque invitó a la joven al círculo y la expuso a la alta sociedad y, debido a esto, la estúpida niña estaba demasiado agradecida más allá de las palabras. Cualquiera sea la razón, la lealtad era lealtad, y en una sociedad tan dura, era un rasgo valioso.

"No hay necesidad de agradecerme, solo estoy haciendo lo que un amigo debe hacer". Xia Mengxi dijo suavemente, dándole a Zhao Linhua una pequeña palmada en la espalda. Frotó con pericia el área después de perfeccionar el concepto de consolar a una persona.

Solía consolar mucho a su madre llorando en el pasado debido a que su padre borracho los había dejado. Pensando en los días que pasó en esa choza, sus labios se curvaron con disgusto. Si tan solo su madre fuera más trabajadora, ¡tal vez podrían haberse proporcionado un lugar decente! Xia Mengxi ciertamente no se perdió los días del pasado cuando tuvo que hacer malabares con tres trabajos a tiempo parcial solo para proporcionar un entorno de vida suficiente.

No podía agradecer más a los cielos por el día en que accidentalmente derramó café sobre Zheng Tianyi. Debido a un incidente tan estúpido, pudo convertirse en uno de los hombres más poderosos de este país. Ella estaba disgustada por lo difícil que fue adquirirlo, especialmente con el horrendo Zhao Lifei tratando de recuperar a su prometido.

Al pensar en esa mujer vengativa, el estado de ánimo de Xia Mengxi se agrió. No olvidará la humillación que tuvo lugar en el banquete de Ling y los insultos lanzados a su amigo, Lu Nuoshui. Hablando de la modelo, no la había visto en un tiempo… Bueno, no importa lo que le pase, Xia Mengxi finalmente se vengó. Ojo por ojo.

La garganta de Zhao Lifei se secó. Originalmente, estaba abrumada por la ira de que su hermana se atreviera a hablar mal de ella así. Incluso pensó en irrumpir para disciplinarla, pero después de escuchar la confesión, no supo cómo reaccionar. ¿Zhao Linhua estaba enamorado de Yang Feng? ¿Pero por qué? Ella recordaba un momento en el pasado cuando su hermana menor hablaba felizmente de un chico mayor que conocía, pero no podía señalar cómo se conocieron. ¿Algo sobre un jardín…?

Zhao Lifei se fue sin decir una palabra. No sintió remordimiento ni arrepentimiento hacia su hermana menor. '¿Le quité a Yang Feng? ¡Que broma!' Ella se burló de sí misma. Yang Feng no pertenecía a nadie, porque ninguna mujer en este mundo podría controlar a un hombre como él.

Aunque fue extraño. Se preguntó qué quería decir Zhao Linhua cuando dijo que Yang Feng no la recordaba. ¿Pasó algo en el pasado?

Al final, se encogió de hombros porque no le preocupaba. Se preguntó qué tipo de relación tendría con Yang Feng si lo conocía antes, tal vez cuando eran niños. Siempre se encontraba mucho con Yang Ruqin, pero nunca visitó la Mansión Yang debido a un miedo inexplicable hacia ese lugar.

Zhao Lifei se alegró de que Shenbei todavía estuviera animado, a pesar de que era de noche. Había luces de neón que aún brillaban intensamente en la parte superior de los edificios, increíbles espectáculos de LED en vallas publicitarias y muchas tiendas seguían abiertas. Los coches pasaban zumbando y el suelo de cemento tenía tonos cálidos y fríos, dependiendo de dónde pisara. La calle estaba llena de vida y por eso pudo relajarse y caminar por las calles. Sabía que sus guardaespaldas la estaban mirando desde una pequeña distancia. Siempre había sido así y prefería que siguiera siendo así.

Siguiendo la guía en su teléfono, Zhao Lifei llegó a Feili en exactamente diez minutos. Esperaba que Huo Qiudong ya se hubiera ido a casa. Ella debatió si debía ver cómo estaba o no. Enviándole un mensaje de texto rápido sobre su paradero, se dirigió a la parte trasera del edificio, subió a un discreto ascensor y bajó al aparcamiento privado donde estaba aparcado un único coche cerrado.

[Jefe: ¿A qué hora saliste del trabajo hoy?]

[Qiuqiu el adicto al trabajo: aún no he salido del edificio].

Zhao Lifei jadeó mientras verificaba la hora. ¡Ya eran casi las diez de la noche! Si esto continúa, ¡podría ser denunciada por abusar de sus empleados!

[Jefe: ¡¿Estás loco ?! ¡Vete a casa ahora mismo! Hice una nueva regla para ti: si te quedas en la oficina después de las siete, deduciré tus ingresos.]

Huo Qiudong apagó su computadora portátil y se quitó las gafas de montura delgada, colocándola nuevamente en el estuche. Dejó todo en su maletín. Una vez hecho esto, tomó su teléfono y respondió a su jefe.

[Qiuqiu The Workaholic: Estaba empacando y preparándome para ir a casa. Hay mucho trabajo por hacer. Salir antes de las siete causará problemas.]

Zhao Lifei se detuvo a medio camino para entrecerrar los ojos. ¡Este niño terco!

[Jefe: Vas a trabajar demasiado a este ritmo. ¡No necesitamos adelantarnos tres días si eso significa que tienes que trabajar tan duro! ¡¿Sabes que apenas tengo nada que hacer en la oficina, aparte de asistir a reuniones, porque sigues robando mi trabajo ?!]

[Qiuqiu The Workaholic: En realidad, estamos cinco días por delante. Acabo de terminar el trabajo del fin de semana.]

Huo Qiudong agarró su abrigo y se dirigió al ascensor. No se encendió una sola luz en los cubículos y, a excepción de los conserjes y guardias de seguridad, no quedó nadie en el edificio.

[Jefe: ¡Uf! Eres increible. Sé que tardas treinta minutos en llegar a casa. Te daré treinta y cinco minutos para que te tomes una selfie en tu sala de estar levantando cuatro dedos.]

Los labios de Huo Qiudong se crisparon.

[Qiuqiu el adicto al trabajo: Usted regaña más que mi madre.]

Los labios de Zhao Lifei se arquearon en una sonrisa mientras caminaba hacia su auto con la cabeza gacha.

[Jefe: Aw gracias, me adulas ~]

Ella abrió distraídamente la puerta de su auto y entró sin usar las llaves. Cerró la puerta y la cerró con llave, esperando su próxima respuesta.

[Qiuqiu The Workaholic: No es algo de lo que estar orgulloso].

Zhao Lifei soltó una risa tranquila y negó con la cabeza. Tenía todo el derecho a estar orgullosa, ¡se sentía bien ser la hermana mayor de alguien!