La Atrevida Esposa del Sr. Tycoons 2

Capitulo 255: Dime la verdad

Ella no se inmutó, ni gritó ni lo empujó. Ella permaneció en su abrazo, sus ojos cautelosos y su rostro impasible. Con voz tranquila y serena, dijo: "Suéltame". Su voz le sonaba extraña. Sus paredes estaban levantadas y a medida que pasaban los segundos, se volvió más sensata.

Yang Feng no pudo descifrar lo que estaba pensando o planeando. Solo pudo seguir sus palabras, liberándola. Vio como ella salía furiosa de la habitación y cerraba la puerta detrás de ella.

Se negó a perseguirla. No después de su terquedad. No todas las relaciones eran perfectas y la de ellos ciertamente no lo era.

Zhao Lifei no sabía a dónde iba ni a dónde debía ir. Iba a donde la llevaban sus piernas. Necesitaba aire fresco y lo consiguió cuando se encontró en la entrada de la base.

Había hombres y mujeres armados por todas partes, algunos custodiaban el lugar, otros caminaban hacia su destino. Necesitaba un lugar para aclarar su mente. En algún lugar tranquilo y aislado.

Puso un pie afuera, luego otro, y finalmente, pudo dar un par de pasos cuando una voz habló detrás de ella.

"Señora jefa, es mejor si no deja las instalaciones desatendidas. Este lugar está rodeado de animales salvajes, trampas y minas terrestres instaladas para disuadir a los intrusos. Es muy peligroso".

Zhao Lifei miró a la mujer que habló. Ella fue la misma que le trajo la ropa.

Zhao Lifei no estaba pensando racionalmente. ¿Quién podría hacerlo en un estado de ira? Aun así, se obligó a sí misma a intentar ser sensata. "Llévame a la sala de espera".

La mujer asintió. "Por supuesto, sígueme".

Zhao Lifei acompañó a la mujer arriba a la sala de espera donde su bolso aún permanecía en el sofá. Luego se dio cuenta de que también podía cerrar la puerta desde adentro.

"Eso es todo, puedes irte."

La mujer inclinó la cabeza y abrió la puerta, pero Zhao Lifei habló. "Si su jefe pregunta dónde estoy, dígale que necesitaba un lugar para pensar racionalmente".

La mujer vaciló. No podía mentirle a su jefe, pero técnicamente, sus órdenes no eran una mentira. Se le informó que esta sería su jefa, sin embargo, no tenía mucha confirmación sobre los detalles. No obstante, asintió con la cabeza y se fue.

Zhao Lifei regresó a la puerta, la cerró con llave y luego se dejó caer en el sofá. Dejó escapar un suspiro que nunca supo que estaba conteniendo. Se acostó de espaldas y miró hacia el aburrido techo.

¿Wei Hantao tenía sentimientos por ella? Ella no quería creer algo así. Ella tampoco quería forzarse a sí misma a creer el polo opuesto de eso. Sería injusto para Yang Feng si ella lo obligara a alejar a Su Meixiu, pero no podría hacer lo mismo por Wei Hantao. Sin embargo, ambas personas eran muy diferentes. Uno era un secretario privado desechable y el otro era un vicepresidente extremadamente importante.

Zhao Lifei tomó su teléfono y envió un mensaje de texto a Wei Hantao.

[Xiao Li: Oye, ¿estás libre ahora mismo?]

Wei Hantao estaba a mitad de camino en una reunión cuando recibió el texto. Su teléfono sonó sobre la mesa, interrumpiendo a los presentadores.

"Continuar." Él les instruyó. Continuaron explicando la presentación, con él escuchando atentamente.

Zhao Lifei balanceó sus piernas hacia adelante y hacia atrás, esperando una respuesta. Viendo que ya habían pasado cinco minutos y él no respondía, concluyó que estaba ocupado. Ella envió un mensaje de texto a Huo Qiudong.

[Presidente Zhao: ¿Wei Hantao está en una reunión?]

Huo Qiudong podía sentir que su teléfono vibraba en su mano, que afortunadamente era más silencioso que el teléfono de Wei Hantao. Le dio la vuelta discretamente y vio de quién era el texto. Volvió a mirar al hombre en cuestión.

[Huo Qiudong: Sí, señora. El Sr. Wei se encuentra actualmente en una reunión que durará otros treinta minutos.]

Zhao Lifei miró la hora. ¿Treinta minutos? Eso fue mucho tiempo.

Huo Qiudong cree que la notificación anterior que interrumpió la reunión también fue enviada por Zhao Lifei. Se acercó un poco más a su jefe y susurró: "Señor, el presidente Zhao le ha enviado un mensaje".

Wei Hantao instantáneamente volteó su teléfono para ver el texto. Se excusó de la reunión de inmediato. "Toma notas". Le dijo a Huo Qiudong antes de salir y llamarla.

Zhao Lifei estaba golpeando ansiosamente su dedo sobre la mesa cuando su teléfono sonó de repente. Vio el identificador de llamadas y descolgó. "Quiero que me digas la verdad." Se saltó los saludos y fue directo al grano.

Wei Hantao tragó saliva. ¡¿Se enteró de la reunión con Zheng Tianyi ?! Maldita sea, ¿quién se lo dijo? ¡¿Fue Huo Qiudong ?! Ninguno de los hombres tenía la autoridad para rechazar una reunión con Zheng Corporation, especialmente con el padre de Wei Hantao respirando por su espalda. Zheng Tianyi era uno de los principales accionistas de Weida Law Firm, rechazar a Zheng Corporation sería una bofetada para su padre.

"¿Qué es?" Wei Hantao le preguntó nerviosamente, mirando hacia las ventanas acristaladas de la sala de reuniones. No podía ver los detalles en el interior, pero podía distinguir la silueta borrosa de Huo Qiudong.

"¿Tú... Ejem, en realidad, estarás libre en una hora?" Zhao Lifei decidió en el último minuto hacerle la pregunta importante en persona. Si fuera por teléfono, no podría analizar su expresión o lenguaje corporal y llegar a una conclusión. Era más difícil mentir cara a cara.

Wei Hantao miró la hora y bromeó: "Wow. Supongo que nos vamos a encontrar a la hora del almuerzo en lugar de al brunch".

Zhao Lifei se rió. "Supongo que sí. ¿Te veré en la cafetería frente a nuestro edificio?"

"¿Solo vamos a tomar café? ¿Y el almuerzo?"

Zhao Lifei pensó en un lugar que no se vería tan romántico como el restaurante esta mañana. "Hay un restaurante tradicional conocido por su té a un par de cuadras de Feili. Te invito. ¿Qué te parece?"

Wei Hantao estuvo de acuerdo. "Está bien, te veré allí." Colgó el teléfono e hizo una llamada anticipada al restaurante, reservó una cita usando su apellido como respaldo y herramienta para saltarse la línea. Les informó de su número de tarjeta de crédito para que la factura estuviera a su cargo. No quería repetir lo ocurrido esta mañana. Dejar pagar a una dama estaba más allá del comportamiento de un caballero.