La Atrevida Esposa del Sr. Tycoons 2

Capitulo 321: No lo llames así

Al día siguiente, en las afueras de Leinan.

"¿Pensaste que no me enteraría?" Comenzó una voz ártica. Los ojos destructivos que podrían provocar una tormenta se dirigieron hacia una mirada penetrante. Manos encallecidas, de todas sus batallas victoriosas, sostenían un trozo de papel arrugado.

Tirado en un lío sangriento en el suelo había un hombre al que una vez consideró como un camarada, un buen amigo y tal vez incluso un hermano. Un ojo estaba hinchado, cerrado y amoratado y el otro apenas podía mantenerse abierto debido a la sangre que goteaba por su frente.

"¡Te lo dije, estaba incriminado!" El hombre gritó, gimiendo de dolor cuando ejerció demasiada presión sobre su cuerpo herido. Fue emboscado en su camino de regreso a la ciudad.

Los labios de Jiang Zihui se curvaron en un ceño fruncido, sus ojos mortales. "Te conozco desde hace tres años. ¿Crees que no sabría cuando estás mintiendo?" Dobló la rodilla y, con una mano enguantada, agarró a su colega por el cuello. "Maldito bastardo, me viste buscarla desesperadamente cuando tú eras la maldita razón por la que se fue." Sin previo aviso, levantó la mano y golpeó al hombre en la cara.

"¿Tú ... crees que te saldrás con la tuya?" Cada bocanada de aire hacía que su pecho se agitara y eso, a cambio, le producía un dolor indescriptible.

Jiang Zihui echó la cabeza hacia atrás y se rió. "Has sido mi amigo durante mucho tiempo y has sido testigo de lo que puedo hacer". Su rostro volvió a la seriedad. "El legado de tu familia termina contigo". Cogió la hoja de papel y se la acercó al rostro del hombre.

Retirado a la fuerza del escuadrón. Se le prohibió la entrada a cualquiera de las bases y los militares lo juzgarían por su conducta sexual inapropiada.

"Utilizar mis recursos para borrar las grabaciones de la cámara y utilizar a mis subordinados como cómplices". Jiang Zihui negó con la cabeza con desaprobación. "Deberías haber cubierto mejor tus pistas".

El rostro del hombre cayó. Si su general no lo mata, su familia y su padre habrían estado usando métodos más crueles. Era mejor morir a manos de un ex amigo que de un padre que valoraba más la reputación que su propia sangre. "Solo mátame ya." Apretó los dientes.

"Me entregaste las jodidas flores y observaste mi interacción con ella y luego lo usaste como palanca para incriminarme. ¿Crees que simplemente te voy a matar? No me hagas reír". Jiang Zihui silbó. De las sombras vinieron sus hombres.

"Una vez que termine contigo, serás entregado directamente a los tribunales para una sentencia más severa. Y una vez hecho eso, nunca podrás vivir un día libre en prisión. Mis hombres se tomarán su tiempo para destrozarte. . "

Los ojos de Jiang Zihui se inclinaron hacia los que ya estaban presentes. Antes de que el hombre pudiera suplicar y arrastrarse por misericordia, el general se había ido y estaba fuera de la vista. Dejó una estela de horribles gritos que podrían despertar a todas las bestias del bosque.

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Jiang Zihui jugó sin pensar con el lazo del pelo roto con dos dedos, con los ojos mirando a la distancia. Los árboles giraban a su lado, un mundo de hoja perenne. Su conductor lo miró por el espejo, pero mantuvo la boca cerrada después de ver la expresión pensativa en el rostro del general.

"Cambié de opinión. No me lleves de regreso a Shenbei. Llévame a casa". Jiang Zihui colocó cuidadosamente el lazo para el cabello en una detallada caja de madera que hizo a mano en su tiempo libre. Trató la goma y la tela rotas como si fueran la gran reliquia de su familia.

El conductor asintió con la cabeza y dio la vuelta al auto. Estaba perplejo por el drástico cambio de planes desde que rebosaban las afueras de Shenbei. No obstante, se mantuvo en silencio y comenzó a dirigirse en dirección a la casa de Madame Jiang.