La Atrevida Esposa del Sr. Tycoons 2

Capitulo 301:

Zhao Lifei se volvió para mirar a su abuelo, que estaba bebiendo su té sin preocuparse por nada. Parecía estar en su jardín zen, donde las gloriosas flores estaban en plena floración y los pájaros cantaban de fondo. Estaba demasiado tranquilo para un hombre que fácilmente gastó cuatrocientos cincuenta millones de dólares en un solo instrumento.

Al verla ansiosa y ansiosa por hablar, Zhao Moyao dejó lentamente su taza. Ahora, esa fue una taza de té bien hecha. Con voz desprevenida, le preguntó: "¿Qué es?"

"El piano ... no puedo aceptarlo". Susurró, sintiendo que la culpa se apoderaba de ella. No le gustaba depender de su dinero ni disfrutar de la idea de que alguien derrochara en ella de esa manera. Se aseguró de mantener la voz baja para que las personas a su alrededor no pudieran escucharla.

"Está bien entonces, lo haré destrozar."

"¡¿Qué ?! ¡No, no puedes hacer eso!" Mantuvo la voz baja como un silencio silencioso, pero subió una octava por el pánico. ¡¿Cómo pudo simplemente tirar cuatrocientos cincuenta millones de dólares ?! Sabía que eran asquerosamente ricos y podían usar el dinero como pañuelos, pero eso no significaba que fuera bueno tirar dinero así.

"Tómalo o tíralo a la basura. Tú eliges". Zhao Moyao la arrinconó a propósito. Podía ver el problema que se avecinaba en su indeciso cerebro. Suspiró para sí mismo. ¿No la mimó lo suficiente? ¿Por qué tenía miedo de aceptar un pequeño regalo? Se compadeció de Yang Heng. Darle regalos debe ser una tarea ardua. Bueno, sea cual sea la circunstancia, ¡será mejor que ese capullo bañe a su nieta con regalos para los próximos días! "Míralo como un regalo de cumpleaños anticipado".

La cabeza de Zhao Lifei se levantó de golpe. '¿Mi cumpleaños?'

"Es tu cumpleaños en tres días. No me digas que lo olvidaste".

"N-nunca se me pasó por la cabeza." Dijo en voz baja, apartando la cara de él.

Zhao Moyao se entristeció por su lamentable respuesta, pero se guardó sus pensamientos para sí mismo. Solo podía culparse a sí mismo. En el pasado, estaba demasiado ocupado con el trabajo como para siquiera organizarle una fiesta de cumpleaños adecuada.

Ella era una de las herederas más ricas de este país, sin embargo, nadie dio una serenata el día que nació. Sintió una repentina oleada de culpa y remordimiento por no haber estado nunca allí para ella en un momento tan importante.

Si él le hubiera dicho "Feliz cumpleaños", incluso una vez en su vida, ¿se habría valorado mucho más? Sentado en la lujosa silla se dio cuenta de sus malas acciones, sin embargo, ya era demasiado tarde para cambiar el pasado. Lo único que podía hacer era mirar hacia el futuro y hacer planes para salvarla antes de que pudiera ahogarse de verdad en sus oscuros pensamientos.

"No tenías que darme un regalo tan caro". Se reclinó en su asiento, sus ojos se volvieron hacia el escenario donde se estaba subastando una pintura.

"Tonterías, te mereces todo lo que te dan". Él espetó, casi golpeando su mano contra la mesa con ira. ¿Por qué se odiaba a sí misma más que a sus enemigos?

"Y si ese estúpido Yang Heng no te ha inculcado ese pensamiento, está fallando como tu amante". Añadió.

"Uno no debería confiar en su amante para aprender a amarse a sí mismos". Respondió Zhao Lifei. Hizo girar el vaso y observó cómo captaba la luz. Deseó poder tomar un poco de vino ahora mismo.

"Y uno no debería enamorarse hasta que haya aprendido a amarse a sí mismo, pero durante mucho tiempo nos hemos saltado esa parte. ¿No es así?" Él se burló.

"Por supuesto." Ella le respondió, levantando la cabeza para darle una pequeña sonrisa. No quería discutir con él, por lo que eligió la respuesta más fácil para apaciguarlo.