Capítulo 4 | Los escudos - Parte 2

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MADISON ❃

Hacer ejercicios es parte de mi estilo de vida. Me adapté a la rutina gracias a mi padre.

Aunque mi madre diga que no lo necesito, mi padre dice que hacer ejercicios no solo debe ser por estética, sino por salud. Mi madre come muy sano, y es poseedora de un cuerpo esbelto, al igual que yo.

Solo bastó con pasar un verano completo con mi padre para adoptar un nuevo estilo de vida.

Llevo más de una hora entrenando, y he de admitir que me está ayudando demasiado a disipar el agobio.

Entrenar, teniendo la hermosa vista de las plantas, los árboles y la piscina, anima demasiado.

Es probable que a Chiara también la anime a ejercitarse aquí.

Un día mi madre, para que Chiara y yo pasemos más tiempo juntas, le sugirió que entrenara conmigo, y realmente me indigné cuando ella dijo que sería aburrido. Fue gracioso ver su rostro cuando entré a la cocina, lugar donde estaba platicando con mi madre, para hacerle saber que la escuché.

Al principio no supe si dijo que sería aburrido porque iba a entrenar conmigo o porque simplemente no le gustaba entrenar. Chiara se encargó de hacerme saber que era lo segundo cuando, rápidamente, me dijo que cualquier cosa que hiciéramos juntas sería muy emocionante para ella, exceptuando las sesiones de entrenamiento.

Yo fingí mostrarle indiferencia, y solo pasé por su lado. Sin embargo, me quedé mucho pensando en lo que ella me dijo.

¿Chiara realmente quería pasar tiempo conmigo? Hasta ese momento sabía que eso era algo que no podía dejar que sucediera, porque mi misión era evitar su extrema cercanía a toda costa.

No nos vemos todas las horas del día, y solo es en la hora de la cena que coincidimos siempre.

Llega mis otros tres minutos de descanso, y opto por beber de mi bote de agua.

Dejo de hacerlo y entrecierro mis ojos cuando observo, por la mampara del salón del gimnasio, a Chiara yendo a la piscina con una red.

Lo había olvidado. Los martes le toca limpiar la piscina a ella.

Nuestros ojos se conectan cuando ella mira hacia mi dirección, y se desconectan cuando ella desvía su mirada.

Expulso un suspiro, meneo la cabeza y me animo a mí misma para continuar con la decisión que tomé hace veinte minutos aproximadamente.

Bien, es tu decisión, y como la conciencia leal que soy, te apoyaré al 100%.

¿Gracias?

De nada.

Meneo mi cabeza reprimiendo una risa.

Hoy, martes 16 de enero del 2023, he decidido bajar todos mis escudos para acercarme más a Chiara y, de esa forma, ella pueda tener... a la hermana que siempre quiso.

Suena terrible para mí, pero si a ella le hace feliz, yo estaré contenta por su felicidad.

Continúo entrenando cuando mi tiempo de descanso culmina, y esta vez lo hago dándole la espalda a Chiara, quien aún continúa limpiando la piscina.

Termino mi sesión antes que ella culmine su deber. Salgo del salón de gimnasio e ingreso a la cocina para beber un vaso con agua, porque de mi bote ya se acabó.

Expulso un pequeño grito cuando mi madre me abraza por detrás.

¿No va a regañarme? Probablemente, sí lo tenga merecido.

Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?Where stories live. Discover now