Capítulo 12 | La apuesta

8.8K 675 24
                                    

❁ CHIARA 

—Nosotras también hay que apostar algo —me dice Madison, y la miro aterrada.

Ella echa una risa.

—Quita esa cara. No seré tan mala. —Me guiña —. Además, eso te animará más a ganar. Piénsalo.

—¿Y qué quieres apostar? —le digo, y su sonrisa se hace más grande.

—Si yo gano, tendrás la grandiosa oportunidad de entrenar conmigo por una semana —me dice, y otra vez la miro aterrada —. Tranquila, yo me encargaré de ser una excelente entrenadora. Quizá hasta los entrenamientos te lleguen a gustar mucho.

—Me niego rotundamente —le digo.

Quizá si le pusiera dedicación, podría gustarme entrenar, pero conociéndome, preferiría hacerlo a solas si recién voy a iniciar, porque, teniendo a Madison a mi lado, mientras observa todo lo que hago, no podría concentrarme ni en lo más mínimo.

Estoy segura de que terminaría haciendo todo mal.

—Entonces, ve conmigo al taller de danza o baile moderno —me dice, y ya no la miro aterrada.

—No sé bailar —le digo, y ella se cruza de brazos.

—¡Vas a perder! 

Escucho que el señor Alonso le dice eso a Karen.

Ella lo manda a callar, y cuando la miro, me doy cuenta de que está enfadada.

Definitivamente, ambos están jugando a muerte.

—Mira cómo me mientes con tanto descaro. —Madison me mira con diversión —. En el show de talento del colegio tú siempre participabas en el baile de nuestro salón.

Sin poder evitarlo, sonrío al recordar esos momentos.

No voy a negar que hasta el día de hoy continúo bailando, aunque solo lo haga en mi habitación. Tampoco es que baile como una profesional, pues si me vieran, dirían que parezco un huracán, pues dar vueltas por mi habitación es mi paso favorito.

Bailo mis canciones favoritas cuando estoy feliz, y también cuando busco relajarme.

—Eso fue hace años. La sincronía ya me abandonó —le digo.

—Bueno, la puedes llamar y estoy segura de que ella regresará —me dice, y ambas echamos una pequeña risa. —Entonces, qué dices. ¿Aceptas la apuesta? —Sonríe de lado, y yo me pongo a pensar en un detalle.

—Falta aclarar algo —le digo, y Madison me mira curiosa —. Si yo gano, tendrás que ver la primera temporada de Juego de Tronos conmigo.

Madison desvía la mirada y aprieta los labios.

—La quiero volver a ver, y no sería mala idea que me acompañes. Quizá te termine gustando y termines viendo todas las temporadas —le digo, y vuelve a mirarme a los ojos.

—¿Estás segura? —me dice, y yo asiento sonriente —. De acuerdo. Entonces, empecemos.

El juego inicia entre nosotras, y chillo con pesar cuando Madison mete su primer gol a los pocos segundos.

¡Carambolas! Ella es muy buena.

—No, no quiero ir a otro taller —le digo, y Madison ríe.

Continuamos, y pongo toda mi concentración en el juego.

Madison bloquea mis ataques; así que, solo me toca bloquear también los suyos.

Pasan como treinta segundos para que meta el segundo gol.

Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?Where stories live. Discover now