Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?

Capítulo 43 | Sabor a orgullo

—¿Segura que quieres ir? —le dice Madison a Chiara, mientras le pone un mechón detrás de la oreja.

Chiara le sonríe y entrelaza su mano con la de Madison.

Ambas están en la habitación de Madison, sentadas frente a su tocador, mientras los rayos del sol ingresan por las grandes ventanas.

—A donde va mi mosquetera, siempre iré yo. —Chiara con ese brillo especial en su mirada, acaricia la mejilla de Madison —. ¿O acaso quieres que no vaya?

—Por supuesto que quiero que vayas —le dice Madison —. Solo que no quiero meterte en problemas si Lorenzo se entera.

Chiara lanza un fuerte suspiro.

—No se enterará. Además, apoyar no es un delito, ¿no? —dice Chiara.

—Nada de lo que hacemos es un delito. —Madison le da un beso en la frente a Chiara y la abraza fuerte.

Es obvio que estar juntas no es un delito, pero por seguir ocultando verdades se reprimen de hacer muchas cosas en público.

Hace una semana Madison, Chiara, Daniela, Fabián y Javier confirmaron su asistencia en la Marcha del Orgullo de este año. Daniela y Fabián no tienen problemas con no usar algo en la cara para no ser reconocidos. Sin embargo, ambos entienden la situación de Madison y Chiara.

Como buenos amigos, decidieron también pintar sus rostros con los colores de la bandera LGBT+. Mientras tanto, Javier... Bueno, nadie sospecha de lo que el muchacho tiene en mente para el día de hoy.

Ya faltan pocas horas para descubrirlo.

—Entonces, ¿sí te pinto el rostro? —le dice Madison a Chiara.

—Claro que sí. —Chiara se emociona demasiado.

—¿Y quieres que te pinte de los mismos colores que Daniela y Javier? —Madison empieza a elegir las brochas que usará —. ¿O quieres llevar los colores de tu bandera, así como yo?

La sonrisa de Chiara se ensancha más al ver el rostro de Madison pintado de diferentes tonos de púrpura, rojo y blanco, colores que representan la bandera del Orgullo lésbico. En su rostro se plasma un hermoso diseño, debido al buen gusto que Madison tiene por el maquillaje.

—De hecho... —Chiara empieza a elegir los colores que Madison lleva puesto —, estaba pensando en estos.

Madison suelta una pequeña risa.

—Esos no son los colores de tu bandera, despistada —dice Madison.

—Lo sé —dice Chiara.

Ella fija su mirada en el espejo, mientras Madison empieza a entender.

Se forma un silencio, mientras Madison se queda mirando con impresión a Chiara, quien la mira a través del espejo.

—Pero tú fuiste novia de... —Madison guarda silencio cuando Chiara niega con su cabeza.

Ella mira a Madison a los ojos, y toma aire con fuerza.

—¿Quieres que te confiese algo? —dice Chiara, mientras su pulso se acelera.

—Solo si estás lista —dice Madison.

—Bueno, lo estoy. —Chiara sonríe, y entrelaza sus manos entre sí —. Hace un tiempo te conté que antes de ser la novia de Elías, tú ya me gustabas. ¿Lo recuerdas?

—Sí, por supuesto —dice Madison.

—Bueno, lo que no te conté es que cuando yo nos imaginé juntas muy en serio... —Los ojos de Chiara se llenan de lágrimas al vivir aquel recuerdo —, me asusté tanto que terminé tomando la primera oportunidad que se me puso en el camino.