Capítulo 59 | Traición y un último aliento

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¡Qué tal, prohibid@s! Les comento rápido que este capítulo cuenta con más de 8000 palabras, lo que quiere decir que el capítulo está bien larguito. 

A partir de ahora ya no habrá capítulos con 2 partes por más largos que sean, pero siempre estaré avisándoles con anticipación, como ahora, para que puedan leerlo en un tiempo libre donde no tengan prisa.

¡Bueno, ahora sí los dejo! Nos vemos al final del capítulo.

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─Deja la paranoia, mujer ─le dice Fabián a Madison.

─No estoy paranoica. ─Madison resopla —. Solo me causa curiosidad por lo que sentí en el teatro. Jamás me había sentido tan observada.

Han pasado dos lunas desde que a Madison se le erizó la nuca al sentir una mirada misteriosa sobre ella. No quiso contárselo a Chiara para no matar esa sonrisa tan radiante que tuvo durante toda la obra teatral.

Tampoco quiso contárselo después de la función para no preocuparla, pero ni bien llegó a casa bombardeó de mensajes a Fabián y a Daniela por el grupo de WhatsApp.

Ayer, lunes, hablaron sobre lo sucedido frente a frente. Fabián y Daniela hicieron lo posible para que Madison no siga sobrepensando, pero para ella era complicado no hacerlo cuando jamás había sentido aquella sensación a escalas muy grandes.

Hoy continúan hablando sobre el tema, mientras almuerzan, aprovechando que Chiara y Rita están almorzando con su grupo del curso de Ventas.

—¿Sospechas de alguien? —dice Daniela, recostándose en su asiento.

—No tengo a nadie en mente —dice Madison —. Nadie que conozco iría a una obra teatral.

—Nosotros sí —dice Fabián.

—¡Pero nosotros no la observaríamos, sonso! —le dice Daniela, y Fabián ríe.

Madison niega con su cabeza, mientras mira con diversión a su mejor amigo.

—Últimamente andas distraído —le dice Madison —. Supongo que tenemos que culpar a mi primo.

Daniela ríe, y Fabián se cubre el rostro con las dos manos.

—Ahora por tu culpa mis ganas de volver a verlo han incrementado —le dice Fabián a Madison.

—¡Vamos, Fabián, resiste! —dice Daniela —. Si yo pude, tú también puedes.

—Habla la que se va al baño en media clase para hablar marranadas con su español —dice Fabián.

Madison ríe, y Daniela empieza a golpear suavemente y con gracia a Fabián, mientras intenta no reírse también.

Qué pena para Fabián que justo esté sentado al lado de Daniela.

—Ya, ya, ya, basta —dice Fabián, pero Daniela lo sigue atacando.

Los demás estudiantes los miran, y Madison empieza a negar con su cabeza.

—Parecen niños, Qué horror —les dice Madison.

—Expresó la que habla como niña cada vez que su novia se enoja. —Fabián le saca la lengua, y Daniela pausa sus golpecitos.

—Eso no me la sabía, Madison. —Daniela empieza a reír.

—Yo tampoco, pero una vez la escuché. —Fabián sonríe, intentando imitar al emoji del diablito sonriendo.

Madison le entorna la mirada, mientras aprieta los labios para no reírse.

Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?Where stories live. Discover now