Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?

Capítulo 23 | Dos traidores y una mosquetera - Parte 1

❃ MADISON ❃

A pesar del dolor que sentí al ver a Chiara y Elías juntos, jamás deseé que él la traicionara con el fin de que Chiara lo dejara.

Prefería mil veces verla feliz a que verla destrozada por una traición.

Bueno, no solo fue una, sino que fueron dos traiciones, y ambas le dolieron mucho.

Fue en una fecha del mes de diciembre de 2019 que realizamos una pequeña fiesta de despedida para el grado superior a nosotros, pues ese sería su último año en el colegio.

Todo estaba yendo bien, hasta que Lorena desapareció por completo. Como ella era la organizadora, la estaban buscando para que dé algunas palabras en el pequeño escenario. Pasaron pocos minutos para que una alumna del grado superior le comentara a su amiga que, al parecer, hay una chica haciendo cosas con su novio en el baño. Ese comentario con tono burlón llegó a mis oídos, porque justo estaba parada a su lado.

Sentí una punzada enorme cuando vi a Chiara preguntar por Elías y Lorena. Ninguno de los dos estaba. Así que, fue una tortura imaginarme a ellos dos juntos. Sin embargo, tomé el valor y fui la primera en ir al baño de mujeres. Me llenó de intriga ver que no había nadie. Cerré la puerta con seguro, y empecé a abrir los cubículos.

Se escuchaban respiraciones y susurros, y mientras abría más cubículos, mis manos empezaban a temblar. Tragué saliva con fuerza cuando llegué al último, pero no demoré mucho en tocar para que la abrieran.

No querían abrir la puerta del cubículo. Así que, los amenacé con llamar al director si no abrían la puerta en ese momento.

Fue tan decepcionante ver a Lorena cuando la puerta se abrió. Su aspecto desordenado y sudoroso explicó mucho, al igual que el aspecto del imbécil que estaba atrás de ella.

Los miré furiosa a ambos y no dejé que me explicaran nada. Tan solo les dije que al día siguiente le contarían la verdad a Chiara si no querían que yo lo hiciera.

Si Elías no le hubiera dicho la verdad aquel día, por supuesto que yo sí lo hubiera hecho, pero el dolor hubiese sido más grande para Chiara, porque es menos decepcionante enterarte la verdad por la boca del traidor a que por otra persona.

No voy a negar que toda una noche entera, tras descubrir la verdad, estuve pensando en cómo se lo contaría a Chiara.

Me sentí muy tonta por no haberme dado cuenta antes del engaño de Lorena y Elías. Sin embargo, lamentarme ya no podía solucionar nada.

Ver a Chiara sufrir por esos dos me quitaba el sueño, y me provocaba dolor en el pecho. Mi enojo fue creciendo, y más cuando Lorena y Elías decidieron inventar muchas cosas sobre Chiara para limpiar sus nombres.

Fueron varias veces las que hablé con ellos para que dejaran tranquila a Chiara, pero todo terminaba en discusiones, porque ellos estaban enfocados en no ser tachados como los traidores.

Me costó tanto creer que una amiga y un amigo, que dijeron muchas veces quererte, te estén haciendo tanto daño, que no mereces en lo absoluto.

No solo mi enojo fue hacia ellos, sino también hacia nuestros compañeros de ese entonces. En varias oportunidades también discutí con ellos, y me hicieron la ley del hielo por defender a Chiara, pero no me importó.

Lo único que me interesaba era ella y su bienestar. Quería verla bien, feliz y tranquila.

Mientras iban pasando los días, mi enojo iba creciendo. Así que, planeé muchas cosas para hacerlos sufrir, pero todos ellos provocaban daños colaterales. Javier y Fabián impidieron que el enojo me consumiera, y me hicieron entrar en razón, pues además algunos planes hasta podían causarle más daño a Chiara.