Epílogo

3.7K 218 198
                                    

Los ojos marrones oscuros de Madison navegan por el rostro de Chiara, mientras la observa dormir tan plácidamente.

Los rayos del sol entran por la ventana de esta amplia habitación de colores cálidos. Los cabellos despeinados de ambas jóvenes lucen más resplandecientes, al igual que sus cuerpos desnudos, con pocas zonas cubiertas por las sábanas color champagne.

Las olas del mar y las gaviotas forman un canto tranquilo afuera.

Madison está acostada de lado, y no deja de sonreírle a su amada Chiara. Madison lleva una mano al rostro que contempla, y acaricia la mejilla que ya no está tan enrojecida como hace pocas horas.

Chiara siente el suave tacto, y vuelve a ser consciente de la realidad que hace varios años creyó imposible.

Madison sonríe, mientras Chiara despierta de a pocos, sin dejar de reflejar el placer intacto por su presente.

Los ojos esmeraldas de Chiara conectan con los ojos de Madison, y ambas sienten un golpe de emociones vibrantes en el pecho.

Sonríen, mirándose a los ojos, sin que Madison deje de acariciarle el rostro.

─Bienvenida a la primera mañana de este 2029, señorita despistada ─le dice Madison.

Chiara suelta una pequeña risa, y no demora en abrazarse con Madison. Ahora ambas están acostadas de lado, con sus frentes juntas y sus labios tan cerca.

Ambas se funden en otro beso que les va a quitar el aliento, mientras se acarician con pasión.

Haber iniciado el año 2029 con una madrugada desenfrenada de amor y deseo es algo con lo que siempre soñaron, porque esta habitación no es cualquiera, sino que es una muy especial para ellas.

El beso llega a su fin, y vaya que les ha quitado el aliento. Madison y Chiara continúan abrazadas y con las frentes juntas, pero intentando calmar sus respiraciones y apaciguar las corrientes de éxtasis que recorren por sus venas.

─Debemos levantarnos a preparar el desayuno ─dice Chiara, mientras sus palabras chocan con los labios entreabiertos de Madison ─. Somo las anfitrionas. Esta es nuestra casa.

Madison asiente con una sonrisa y el corazón latiéndole más fuerte.

Chiara también siente una enorme emoción expandiéndose en su pecho, y junto a Madison ponen su mirada en la ventana abierta, mientras las olas y las gaviotas continúan dando un espectáculo cautivante de canto.

─Hace unos años me trajiste a esta playa y gritamos nuestro amor al frente de esta casa ─dice Chiara, y mira a Madison ─. Siempre quise vivir contigo en la casa de mis sueños.

Ambas no pueden dejar de mirarse, de sonreírse ni tampoco de contemplarse una a la otra.

─Ahora te hago el amor en esta casa, mi amada esposa ─dice Madison, sintiéndose tan dichosa.

El brillo en los ojos de Chiara se hace más fuerte, y termina entregando más suspiros en un beso con su ahora esposa.

Mientras ellas se entregan con tanta pasión, teniendo puestas sus respectivos anillos de matrimonio, viajemos al pasado para saber cómo es que llegaron hasta este punto de sus vidas con sabor a... ¿qué exactamente?

➷➹➷➹➷➹➷ ➹➷➹

2024 

En agosto, un día antes de las clases inicien, Madison regresó a la playa y volvió a estar enfrente de la casa con la que Chiara siempre había soñado.

Madison tocó la puerta, y se encontró con una anciana. La señora sonrío al reconocerla como una de las jovencitas que hace pocos días gritó su amor y su libertad junto a su novia frente a su casa y en la orilla del mar.

Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?Where stories live. Discover now