Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?

Capítulo 63 | De por vida

Es una hermosa vista frente al mar, pero lo más cautivante es escuchar que la llama desde lejos la mujer de la cual está enamorada.

Chiara grita el nombre de Madison y ella va a hacerle el alcance. Con cada paso que da, las olas del mar incrementan su intensidad.

Chiara se queda quieta en su sitio, esperando a que Madison venga hacia a ella.

Ninguna deja de sonreír... hasta que Chiara es la primera en dejar de hacerlo lentamente.

─¡Madison, ayúdame! ─dice Chiara.

Al instante, su cuerpo se enciende en llamas y eso es como una estocada al corazón para Madison.

Intenta gritar, mientras que corre hacia Chiara, pero tiene su garganta apretada.

No calcula sus movimientos apresurados y termina cayendo en la arena con gran impacto, lo que provoca que despierte de golpe sin aún el poder de gritar.

El pecho de Madison se mueve con brusquedad y su respiración se agita más a cada segundo.

El dolor en su pecho acumula sus lágrimas, y mira a Chiara, quien continúa durmiendo profundamente.

─Solo fue una pesadilla ─dice Madison para sí misma.

Ella pasa saliva con fuerza y se enfoca en controlar su respiración. Mantiene los ojos cerrados y se da cuenta de que es un error, porque no demora en recordar el cuerpo de Chiara prendido en llamas.

Sus lágrimas ruedan, y abre los ojos para encontrar tranquilidad al ver que Chiara sí está a su lado.

Madison en su interior admite que pensó que Chiara sería la que tuviera pesadillas con lo que acaba de pasar hace unas cuantas horas en aquella fiesta.

Últimamente, Chiara tiene sueños muy profundos, como si ningún ruido pudiera ser capaz de despertarla, y por una parte eso alivia a Madison.

Ella deja un beso en la frente de Chiara, y en su interior se pregunta qué estará soñando para que ni siquiera un beso suyo pueda despertarla.

Su conciencia le dice que esto no es el cuento de La Bella Durmiente; así que, mejor deje que Chiara continúe durmiendo tranquila.

Madison tan solo suelta un suspiro, y opta por cerrar los ojos y dejar que los minutos transcurran para que nuevamente se quede dormida.

Solo se escuchan su respiración y la de Chiara, y aunque con el pasar de los minutos su corazón y pulsaciones se encuentren estabilizados, Madison no puede conciliar el sueño.

Ella decide salir de la cama e ir al baño. Así que, lentamente se separa de Chiara para no despertarla. Cuando lo logra por completo, sujeta su celular e ingresa al baño.

Madison pone una canción de We The Lion para dejar de lado sus pensamientos más tormentosos. Se pasa una mano por la cabeza y canta en voz baja sin dejar de mirarse al espejo.

─Ya pasó. Debo calmarme ─dice Madison.

Ella opta por mojarse el rostro y justo entra una llamada en su celular.

Madison, al ver el nombre de Mabel, suelta un suspiro de alivio y decide contestar.

─He visto las historias de Instagram de mis conocidos. ─Mabel suena angustiada ─. Así que, estoy enterada de lo ocurrido. Marco me dijo que tus amigos y tú no han salido heridos, pero igual quise llamarte.

Madison abre la boca para responder, pero siente un enorme nudo en la garganta.

Cierra los ojos y sus lágrimas se combinan con las gotas de agua en su rostro.