Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?

Capítulo 85 | No te dejaré

Nota: Este capítulo también es largo. Tomen sus advertencias. Si son mayores de edad, acompáñenlo con un vinito. ¡Besos!

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Los flashes de las cámaras salen disparados contra el comandante Navarro. Al lado suyo están los capitanes Mauricio Gutiérrez y Gustavo Medina. En la larga mesa también están cuatro oficiales, encargados de la operación en contra de Alberto.

Todos los periodistas esperan ansiosos por saber la identidad del as3sino en serie que ha causado pavor este año, y no solo en la comunidad LGBTIQ+.

El comandante Navarro ya está listo para iniciar la conferencia y los noticieros ya están transmitiendo. La mayoría de las personas están atentos a su televisor.

Alberto también lo está..., y los chicos igualmente.

Hace una hora vino a instalar una pequeña mesa cerca a la puerta. Allí colocó el pequeño televisor. Fabián y Madison no entendían a qué se debía eso. Ellos estaban seguros de que ese televisor no era para distraerlos. Alberto no se preocupa por ellos.

Ahora lo entienden todo, porque al igual que el resto, Madison y Fabián se quedan atentos a lo que está transmitiendo el noticiero que Alberto puso. Los chicos están de pie, mientras que Alberto está reposando en la silla, cerca del televisor, ansioso por lo que dirán de él.

Para Alberto ahora todo es un espectáculo, y ya no se preocupa de que sepan quién es el as3sino en serie. Como si se tratara de un veterano en ese rubro sangriento que ha dejado devastado a varios, observa el televisor como si le fueran a rendir un homenaje.

Madison ya ha reconocido a su tío, y siente una enorme esperanza al ver a uno de sus familiares.

─Al fin va a hablar ─dice Alberto, viendo al comandante con el micrófono cerca a través de la pantalla.

El comandante inicia saludando, pero no le da más vuelta al asunto. Él habla claro y directo, con una voz imponente, sobre el secuestro de tres jóvenes de 19 años a manos del as3sino en serie.

La mayoría de los que están viendo la conferencia, ya sea por televisor o su celular, o escuchándola por la radio, se quedan atónitos con esa noticia.

─Se trata de Madison Herrera, Daniela Gómez y Fabián Mendoza ─dice el comandante, mientras los flashes de las cámaras siguen recayendo sobre él ─. Madison Herrera y Fabián Mendoza fueron secuestrados en horas de la tarde a pocos metros de su casa por dos hombres... Ellos venían acompañados de una amiga, cuya identidad lo dejaremos en privado... Ella aún se encuentra en el hospital, porque también fue atacada por el homicida.

Fabián y Madison escuchan cada palabra, y se miran a los ojos. Piensan en Claudia y en cómo se encontrará ella.

─¿Sigue viva? ─dice Alberto con burla, y los dos jovencitos lo miran ─. Me sorprende.

Madison le envía su despreció a través de su mirada, mientras continúa abrazando a Fabián para brindarle apoyo, porque el muchacho tiene todo el cuerpo adolorido.

Podrían estar sentados, mostrándose sedientos, pero ninguno quiere verse derrotado ante Alberto. Por eso, permanecen de pie.

El comandante continúa hablando, y los dos jovencitos siguen atentos a lo que él dice. Navarro cuenta cómo se dio el secuestro de Daniela, lo que le hunde el corazón a Madison y le inunda de lágrimas los ojos a Fabián.

Él intenta ser fuerte para animar a Madison. Intenta no perder las esperanzas de salir de aquí.

─Ayer detuvimos al hermano del homicida serial ─dice el comandante ─. Lo interrogamos y resulta no ser el cómplice del homicida... Sabemos que hay uno, pero hasta el momento no logramos descubrir quién es... El hombre detenido nos brindó información que nos ayudó en el rescate de esta mañana.