Capítulo 42 | Todo a la luz del día

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En este transcurso del año, muchas cosas han pasado.

La segunda semana junio está a punto de finalizar, y una sorpresa está a punto de llegar a la casa de Javier.

Madison tuvo la idea de ir a visitar a su primo, pero no sola, sino con Fabián, aquel jovencito que decidió no contarle a Javier que el día de hoy invadiría su casa por primera vez.

Quiso darle esa sorpresa a Javier, y Madison contenta lo ayudó, porque a Fabián le gusta sorprender a sus... amigos.

Si no fuera porque hoy, sábado, Chiara tuvo que ir a la universidad para reunirse con su grupo de estudios, ella también hubiera visitado a Javier.

—¿A qué hora quedaste en encontrarte con Chiara? —le dice Fabián a Madison, mientras van sentados en el autobús.

En esta ocasión, Karen también tuvo que ir al colegio de su hermano para chequear unas cosas. Así que, tuvo que llevarse su camioneta, y como Madison y Fabián han decidido ahorrar dinero, tomaron la opción de ir en un transporte público y no en un taxi.

Para Fabián, eso es lo habitual de su rutina, porque el chico suele ser más ahorrador de su dinero que de su tiempo. En cambio, a Madison le gusta ahorrar tiempo, y por eso suele usar más los vehículos particulares que le ayuden a optimizar su tiempo de transporte.

En fin, Fabián aguarda por la respuesta de Madison, mientras escuchan las canciones criollas que ha puesto el chofer del autobús.

—Le dije que podría ir a recogerla a la universidad y de ahí irnos juntas al centro comercial —le dice Madison a Fabián —, pero ella para ahorrarme tiempo y dinero me dijo que mejor nos encontremos a las 4 pm en el centro comercial.

—¿Van a ver alguna película o qué harán? —dice Fabián, mientras choca sus manos con sus piernas al compás de la canción criolla de Lucha Reyes.

—Veremos una película. ¿Quieres acompañarnos? —le dice Madison a Fabián, y este se queda pensativo.

El cobrador les avisa a los pasajeros el próximo paradero. Así que, Madison y Fabián se ponen de pie para avanzar hacia la puerta de salida.

—Creo que... —dice Fabián, al bajar del autobús —me quedaré más tiempo que tú en la casa de Javier.

—¿Vas a tomarle más fotos? —Madison se ríe.

Fabián también ríe para que su mejor amiga no sospeche nada.

—Puedo tomarles fotos a los dos juntos —dice Fabián, e inmediatamente Madison se niega con una sonrisa.

—Paso —le dice Madison a Fabián.

Como Javier vive en un distrito, considerado pudiente, tienen que tomar taxi para llegar a la zona donde vive Javier, debido a que por ahí no pasa ningún transporte público.

Paran un taxi que les cobra tan solo diez soles para llevarlos a su destino. Mientras transcurren los minutos, Fabián se va poniendo un poco nervioso.

Los cosquilleos que siente por el cuerpo cada vez que se queda a solas con Javier le hacen saber lo mucho que le gusta ese muchacho.

Javier es muy atractivo, y Fabián aceptó lo hermoso que es desde que lo conoce. Sin embargo, jamás se había tenido a apreciar la hermosura de Javier como lo hizo desde la primera sesión de fotos.

Aquel día Javier no solo apreció lo externo de Javier, sino también su belleza interna, y terminó totalmente fascinado por lo que encontró allí adentro.

Un muchacho tan empático, respetuoso, dedicado, talentoso y amante de los animales terminó cautivando a Fabián, aquel jovencito que siempre se ha entretenido con los documentales de la flora y fauna del planeta y que se encuentra tan dichoso por pasar tiempo con alguien que también gusta de ello.

Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?Where stories live. Discover now