Capítulo especial | Delicias prohibidas

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Los acontecimientos de este capítulo sucedieron dos días antes del fallecimiento de Adelaida, cuando aún todo era risas, de colores lindos y un sabor dulce como los algodones de azúcar.

Este capítulo contiene contenido explícito. Así que, si a usted no le agrada este tipo de contenido, con una sonrisa triste le invito a esperar el próximo capítulo de este jueves, pero si a usted le gusta este tipo de contenido, le sugiero leer con atención y disfrutar de este capítulo.

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❃ MADISON 

¡Mi mujer me gobierna! ¡Esa vaina me gusta!

Yo sé que ella se lo disfruta...

¡Pero qué carajos hago cantando eso!

Te puse esa canción porque te queda como anillo al dedo.

Miro a Chiara, que está bañándose en la piscina, y en mi interior acepto lo que dice mi conciencia.

Mi chica el día de hoy quiso hacer un compartir con nuestros amigos, aprovechando que tenemos la casa sola.

¡Teníamos la casa solo para nosotras! Sin embargo, en lugar de pasar todo el día en la cama, haciendo el amor hasta el cansancio, ella quiso hacer una parrillada con nuestros amigos.

Estaba segura de que ella también quería aprovechar que los adultos no estarían en casa.

La madre de Chiara se encuentra en Lima. Ella se está hospedando aquí, en la casa. Sin embargo, en estos momentos se encuentra en alguna tienda comercial con mi madre y la señora Inés.

Ambas mujeres se la llevaron a pasear, pero estoy segura de que aprovecharán en juntarse en un bar y contar sus vidas.

Por ser sábado, mi madre y la madre de Fabián buscan distraerse. Muchas veces es la señora Inés la que tiene inconvenientes al dejar su restaurante en manos de su mano derecha. Sin embargo, mi madre siempre logra convencerla.

A diferencia de mi madre, yo no logré convencer a Chiara de aprovechar nuestros momentos a solas. Así que, al final accedí cuando sus besos en el cuello me nublaron la mente por completo.

Con solo recordarla encima de mí, una corriente placentera se deposita en mi sexo.

¡Sal de esos pensamientos porque si no quemas la carne!

Meneo mi cabeza, y regreso mi atención a las planchas de carne que están asándose en la parrilla.

—Tú te vez muy feliz —dice Javier a mi lado de repente.

¿En qué momento vino?

—Lo soy —le digo a mi primo, y carraspeo —. También, me alegra que tú te veas mucho mejor que antes.

Javier me sonríe, y yo también lo hago.

Me llevé un gran susto al imaginar que lo perdería para siempre. Yo lo quiero como si fuera mi hermano, y por eso me dolió tanto no haberme dado cuenta de su sufrimiento.

Recordar a su madre me provoca ardor en el estómago.

Javier lo supo ocultar muy bien, y eso me hizo sentir terrible. Sin embargo, no hay tiempo que desperdiciar en reclamos. Yo lo entiendo, y por eso le demuestro mi apoyo absoluto.

Me contó que ayer habló con la madre de Fabián para que lo corteje, y me sorprendió tanta formalidad. Incluso, me puse celosa.

¿Chiara también habrá querido que primero la cortejara antes de ser novias?

Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?Where stories live. Discover now