Capítulo 71 | Un cielo cayendo en pedazos

3.6K 223 59
                                    

MADISON ❃

Me despierto rápido cuando escucho a Chiara sollozar fuerte a mi lado.

Aunque sienta pesados a mis ojos, enciendo la lámpara y me percato que Chiara aún sigue durmiendo, pero en su rostro se nota que está sufriendo en su mente.

─Despistada, despierta ─le digo, tomándola del rostro ─. Escucha mi voz.

Me preocupo cuando su respiración se agita más y ella sigue sin abrir los ojos.

─Chiara...

─¡No! ─Chiara se incorpora con brusquedad.

Asustada también me incorporo y la abrazo. Chiara llora aferrándose a mí.

─Tranquila, solo fue una pesadilla ─digo, acariciando su cabeza.

Su cuerpo tiembla en mis brazos.

─Todos muertos ─dice Chiara en voz baja.

Sus palabras me hunden el pecho.

─Solo fue un mal sueño, mi despistada. ─Acurruco su rostro en mis manos.

Me duele ver su rostro sudoroso y bañado de lágrimas.

─Fue horrible. ─Más lágrimas de Chiara se desbordan ─. Soñé que... todos nuestros amigos... y nosotras estábamos... ─Chiara es interrumpida por su llanto.

No es necesario que complete nada, porque intuyo cuál es la palabra que le duele expulsar.

Chiara se desahoga en mi pecho, justo a la altura de mi corazón, aquel que duele tanto con todo lo que viene ocurriendo desde hace unas cuantas horas en la feria.

Temí demasiado cuando Chiara entró en estado de pánico tras recibir la noticia de la desaparición de Juan, el hermano de Francisco. Le afectó tanto que terminó vomitando. Entre todos le ayudamos, y por más que quería estar calmada para no alterar a Chiara, no pude lograrlo cuando empezó a desvanecerse entre mis brazos.

Me dolió tanto escucharla asustada diciendo que no podía levantarse. Javier rápido la cargó entre sus brazos y la llevamos a mi auto.

Manejé hasta la casa, intentando no perder más la calma, mientras en los asientos traseros Daniela y Fabián le pedían a mi despistada no cerrar los ojos.

─No quiero dormirme ─dijo Chiara entre lágrimas ─. Me siento sin fuerzas, pero no quiero dormir. No quiero tener pesadillas.

Recordar todo eso me hace respirar hondo para no quebrarme. Chiara no ha de verme mal. Ella me necesita.

─¿Quieres que te lea algo? ─digo cuando sus sollozos cesan.

─El último libro de Cholito, por favor ─dice Chiara, aún con su rostro apegado a mi pecho.

Nos acostamos en la cama, y me inclino hacia mi pequeña mesa de noche para agarrar el libro que le leí antes de que se durmiera.

Quise evitar que tuviera pesadillas, pero ahora sé que por desgracia hay cosas que no se pueden evitar por mucho que lo deseemos.

Chiara abraza el conejo de peluche que ella me obsequió cuando cumplí trece años. Sonrío cuando se acurruca en mis brazos con el peluche.

Abro el pequeño libro sintiendo a los latidos de mi corazón más calmados.

─Siempre juntas, ¿verdad? ─Chiara me mira.

Sonrío, limpiando las lágrimas depositadas en sus espesas pestañas.

─Siempre juntas de por vida ─le digo, prometiéndolo en mi interior.

Chiara sonríe y me pongo a leer desde la página en que nos quedamos.

Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang