Extra del capítulo 45 | La primera vez

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Sus bocas se unen para dar inicio a uno de los recuerdos más hermosos de sus vidas.

No hay tela que impida que sus pieles se rocen.

No hay culpa que impida que se besen y acarician con demasiado esmero.

Como si estuviera hecha de cristal, Madison acuesta a Chiara sobre la cama, y luego se acuesta al lado de ella para seguir adorándola con sus caricias.

Madison inclina la mitad de su cuerpo sobre Chiara para profundizar la unión de sus labios.

No puede dejar de besarla, aunque sus respiraciones ya se escuchen entrecortadas.

La circulación de ambas parece estar ardiendo y ciertas zonas de sus cuerpos se encuentran tan desesperadas por probar lo que tanto anhelan.

A Chiara se le paraliza todo cuando Madison rompe el beso, porque siente la necesidad de no soltar sus labios nunca.

Se miran a los ojos por varios segundos, mientras que sus pechos suben y bajan con intensidad.

Madison acaricia el rostro de Chiara. Lo hace con un esmero que le haga entender que todo lo que está sucediendo es real y no un sueño más.

Chiara sonríe con los ojos dilatados y acaricia la cabeza de Madison, aun manteniendo sus pupilas fijas entre ellas.

Chiara antes jamás había imaginado que su cuerpo es capaz de arder tanto ni tampoco que sería testigo de cómo el cuerpo de Madison arde, estando desnudas y tan de cerca.

─Permíteme saborear todo de ti ─dice Madison.

Sus palabras aceleran todas las palpitaciones de Chiara.

─Por favor, hazlo ─dice Chiara.

Ella sonríe cuando Madison besa su mejilla.

La boca de Madison deja suaves recuerdos por todo el rostro de Chiara, mientras que acaricia su cintura y su cadera, lo que provoca que la piel de Chiara se erice aún más.

La respiración de Chiara se acelera cuando Madison se desvía por su cuello, y como respuesta a la intensidad de su emoción, clava sus dedos en el muslo de Chiara.

Madison sonríe sobre la piel de Chiara cuando la escucha jadear cada vez más fuerte.

Chiara jamás había experimentado tanta adrenalina en su cuerpo y eso provoca retuerza con desespero bajo las caricias y besos de Madison.

La mano de la joven se desvía por el muslo interno de Chiara lentamente, lo que provoca que abra sus piernas, sintiendo tanto éxtasis en medio de ellas.

Madison despega su boca de la piel de Chiara y la mira a los ojos, teniendo los labios hinchados.

Chiara tiene las mejillas rojas, y aunque no pueda mencionar ninguna palabra, acaricia el rostro de Madison y a través de su mirada le dice que está lista para ser suya en cuerpo, porque en alma ya lo es desde hace mucho.

Madison sonríe ampliamente, sintiéndose la mujer más afortunada del planeta, y sin desconectar su mirada con la de Chiara, Madison se sitúa por completo en medio de las piernas de ella.

La jovencita de melena rubia suelta un fuerte jadeo cuando Madison planta su boca en medio de sus senos. Su lengua lentamente recorre por todo el seno izquierdo de Chiara. Madison ahora le acaricia ambos muslos, y Chiara dejándose llevar por todo el fuego que Madison arma en su interior, forma un vaivén con sus caderas.

Madison, al sentir aquel movimiento tan tentador de Chiara, succiona con fuerza su pezón. La joven de melena rubia cierra los ojos y clava sus dedos en la espalda de Madison cuando ella también menea sus caderas para profundizar el encuentro con la intimidad de Chiara.

Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu