Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?

Capítulo 32 | Nervios del primer día

Hoy es el último día de vacaciones para los chicos, porque mañana iniciarán sus clases en la universidad.

¡Qué rápido pasa el tiempo! Ya llegó la última semana de marzo; así que, están a punto de iniciar el quinto ciclo de su carrera universitaria. La mayoría siente como si recién el año pasado hubieran iniciado sus estudios.

Los chicos estuvieron planeando durante la semana qué hacer el día de hoy, y al final se decidieron por ir a un parque de diversiones..., ¡pero de esos que tienen juegos recontra extremos!

Todos los chicos ya se encuentran alistándose, y la emoción en algunos es más, debido a que tendrán un invitado especial.

Por primera vez, saldrán a pasear con Emilio. Para Madison y Fabián eso es bueno. Hasta el momento Daniela habla maravillas de Emilio, y aunque en la fiesta de cumpleaños de Fabián pudieron comprobar algunas cosas, ellos quieren conocerlo más.

Ya estando Chiara lista, Madison enciende la camioneta de su madre. Mientras tanto, Fabián viene corriendo a la casa de las chicas. 

Los tres irán juntos al parque de juegos extremos, mientras que Daniela irá junto con Emilio, y Javier irá en su camioneta.

¡Vaya! Madison recibe un mensaje de Javier. Él le pregunta si puede ir con su amiga Olenka, debido a que la chica vino a visitarlo tan de repente y ni modo que la deje sola.

Madison le responde que no hay problema.

Todos se ponen en marcha.

➷➹➷➹➷➹➷ ➹➷➹

¡Vaya! ¡Qué locura!

La adrenalina recorre sus cuerpos, mientras están en ese péndulo gigante que les saca el aliento con cada bajada.

Madison y Chiara entrelazan sus manos con fuerza. Daniela se aferra a Emilio, mientras sus gritos llegan al cielo. Fabián también grita, pero como todo un loco en manicomio. Javier y Olenka ríen al escucharlo.

Pasan unos pocos minutos hasta que por fin pueden volver a pisar tierra firme. Sin embargo, se escuchan lamentos, como los de Fabián y Olenka. Por otro lado, Daniela y Chiara, quienes fueron las que más gritaron durante el juego, rogando que pare de una vez, piden subirse a otro juego extremo.

Emilio y Madison ríen al escucharlas.

—¡Habla, causita! Qué tal te han parecido estos juegos —le dice Fabián a Emilio.

Al estar viviendo en Perú por un buen tiempo, Emilio ha podido conocer los significados de algunas jergas peruanas. Incluso, ha escuchado a su hermana utilizándolas para molestar a su madre.

—Bueno, tengo que contaros que jamás me había divertido tanto desde hace mucho —dice Emilio —. La verdad es que me he desestresado demasiado.

—O sea, ¿aun estando conmigo te sientes estresado? —Daniela hace un puchero.

—¡Asu mare! Qué dramática mi amiga —dice Fabián.

Los demás ríen, y Daniela se cruza de brazos.

—Mira, papito. Tú no digas nada, porque bien sabes que eres mi copia femenina. ¿Ok? —dice Daniela, y Fabián lo mira sorprendido.

Emilio ve a su novia con gracia, al igual que los demás.

—¡¿Copia femenina?! ¡Oe, Daniela, ya quemaste! —le dice Fabián, y Daniela ríe.

—Eres mi copia masculina. Me confundí —dice Daniela entre risas.

—No te preocupes. Te disculpo —dice Fabián, mientras más al lado de Daniela —. Todo fue culpa del tagadisco.

¡Cómo no recordar ese juego! Daniela no pudo sujetarse bien, y Emilio al intentar hacerlo, también termino soltándose. Así que, los dos estuvieron rebotando en medio del tagadisco.