Capítulo 18 | Tres mosqueteros - Parte 1

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Madison es la primera que llega al muelle.

Ella toma aire con fuerza, mientras observa las olas del mar impactar con las rocas, y no puede evitar comparar a un sueño suyo con la realidad.

Todo momento perfecto que imagina con Chiara, sucede con tanta libertad en su cabeza. Es una lástima que su sonrisa solo dure un poco, porque Madison no demora en darse cuenta de que solo seguirá siendo un sueño al momento que visualiza la enorme roca que tiene tallada la frase: "Ella te ve como su hermana".

Todo lo que imagina va y viene como las olas del mar, y siempre terminan chocando contra aquella roca.

Madison suspira, y cierra los ojos para preguntarse por qué su corazón tuvo que elegir a Chiara. Sin embargo, ella es consciente que su pregunta no guarda relación con toda la verdad, debido a que Madison conoce muy bien todas las razones que crearon e intensificaron aquellos sentimientos suyos.

Pasar tiempo con Chiara a solas le brinda alegría, pero también le asusta demasiado cuando sus bellos se erizan, su pulso se acelera y la respiración se le corta, cada vez que su hermanastra le habla cerca o se recuesta a su lado.

Madison se pregunta si ver la segunda temporada de la serie favorita de Chiara fue una buena opción.

"No me arrepiento de quererla como lo hago, pero daría todo para que no doliera", dice Madison en su pensamiento, y una lágrima recorre su mejilla.

Mientras Fabián se dirige al punto de encuentro, alguien grita su nombre detrás de él. Daniela corre para alcanzarlo, y en medio de la incertidumbre, juntos van hacia Madison.

Faltando muy pocos pasos para llegar a ella, llaman su nombre, y Madison gira sobre sus pies. Ella no demora en abrazarlos al mismo tiempo.

Daniela se sorprende al ver a Madison derramar lágrimas, y a Fabián le entra un miedo tremendo al intuir lo que sucede.

Ambos le preguntan qué sucedió, y Madison les pide que la acompañen a caminar por la playa.

—Hay algo que no te conté —le dice Madison a Daniela.

—Qué sucede, Madison —le dice Daniela, poniendo su mano sobre el hombro de su amiga, mientras caminan sobre la arena.

Fabián se da cuenta de la intención de Madison, y para brindarle fuerzas, le sujeta fuerte de la mano.

Madison le agradece en su interior, y empieza a contarle a Daniela todo lo que siente por Chiara desde que la conoció.

Los sentimientos de Madison se asemejan a una evolución, y para ella misma aún es difícil de creer que sí se puede querer tanto a una persona que, en un principio, le causaba molestias y celos.

A Madison le brillan los ojos mientras le cuenta a Daniela cada cosa sobre Chiara, que pudo haber provocado la evolución de sus primeros sentimientos.

—Fue una pesadilla tener a mi querida Chiara en mi vida —dice Madison —, y ansiaba tanto para que esa pesadilla terminara. —Sonríe con tristeza, tras recordar fragmentos del pasado.

»Al parecer mis plegarias fueron escuchadas y aquella pesadilla terminó —dice Madison —, pero trajo consigo un sueño, uno muy imposible de cumplirse.

Daniela suspira ruidosamente. Ella deja de caminar sobre la arena, y Madison y Fabián también lo hacen.

—Pero ustedes no son hermanas de sangre —le dice Daniela a Madison.

—Sin embargo, Chiara me ve como su hermana —dice Madison, y Daniela y Fabián lanzan un fuerte suspiro —. Mis padres se decepcionarían si supieran que veo a Chiara con otros ojos. Para mí ella es muy especial, pero no en la forma en cómo ellos lo esperan.

Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?Where stories live. Discover now