Capítulo 86 | Antes del séptimo día

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Hay varios corazones que palpitan rápido en esta sala.

Ya todos se han puesto de pie.

Escuchar la voz de Madison y Fabián, aunque sea en súplicas, es un enorme golpe para todos. Incluso, lo es para Yellow, que ya le está ladrando al equipo de sonido al reconocer la voz de su mejor amigo.

Están vivos y eso les llena de esperanza, aunque algunos, como Alonso y la abogada Silva, están llenos de intriga y miedo.

─¿Los he sorprendido? ─Alberto se escucha a través de los altavoces del equipo de sonido.

Ya nadie en la sala hace el mínimo ruido. Incluso, Yellow ha dejado de ladrar, y ahora se refugia detrás de Inés.

Los mellizos se han quedado congelados, aunque ya están acurrucados en los brazos de su madre.

Ni bien escucharon el ruido de los platos y las súplicas de su hermana y Fabián fueron a refugiarse en su madre.

─Yo siento que sí ─continúa Alberto, mientras se sigue escuchando las súplicas de Fabián y Madison ─. ¡Cállense o les meto un balazo en la cabeza ahora mismo!

Madison y Fabián ya no se escuchan, pero en la sala hay un caos de lágrimas y cuerpos temblorosos.

Hanna abraza con fuerza a Chiara, mientras que Javier ya ha empezado a respirar con dificultad.

Los mellizos lloran con el rostro enterrado en el pecho de su madre. Ella los abraza con fuerza, mientras que los pequeños se tapan los oídos. No quieren escuchar al hombre malo.

─No quiero que esto me tome mucho tiempo ─dice Alberto ─. Quiero que esta despedida sea breve.

Chiara siente como si le apretaran el corazón, mientras la mayoría entra en pánico.

Adriana se pone de pie, y entre lágrimas se lleva a los mellizos de la sala.

─Deben estar agradecidos de que los deje despedirse de sus parejitas. ─Alberto ríe ─, y la primera en hacerlo será Fabián... Vamos, querido amigo, solo tienes treinta segundos para decirle adiós a Javier.

Se escuchan sollozos a través de los altavoces, y Javier ya siente a su corazón destrozado. Olenka y su madre Alba lo abrazan para ser su soporte.

Inés sigue de pie, con sus lágrimas cayendo como cascadas. La hermana de Fabián y Enrique están a su lado, sujetándola, pero también siendo lastimados por dentro.

─No voy a... despedirme. ─La débil voz de Fabián inunda la sala de nostalgia.

Yellow aúlla por solo escuchar la voz de su mejor amigo. No tenerlo cerca la entristece.

─Y si de verdad... quieres lastimar... a Javier y a Chiara... con este caset... ─Todos escuchan los quejidos de dolor de Fabián ─, no te daré... el gusto de hacerlo..., porque lo único... que diré es que... nos sigan buscando... Nosotros seguimos vivos...

Las palabras de Fabián son interrumpidas por la fuerte risa de Alberto.

Chiara siente escalofríos, y hay varios que se estremecen por la evidente burla de Alberto.

─Cómo los ilusionas ─dice Alberto ─, pero ya no importa. Ahora es tu turno, Madison.

Se forma una ausencia de palabras, porque lo único que se escucha es la respiración acelerada de Madison.

─¡Habla de una vez! ─dice Alberto.

Chiara cierra los ojos, mientras sus lágrimas caen. Karen es sostenida por su madre y sus hermanos, mientras que Alonso, al estar aún sentado de cuclillas frente al equipo de sonido, no le quita la mirada al aparato.

Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?Where stories live. Discover now