Capítulo 76 | Más de dos corazones heridos

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❁ CHIARA 

─¿Quieres que vayamos a rescatarte? ─dice Julieta.

Escucho la risa de mis amigos a través del celular. La sugerencia de mi amiga también se me hace divertida.

─Rita y yo podemos distraer a tu papá ─dice Leonel.

Echo una pequeña risa, estando acostada en la cama y mirando el techo de esta habitación.

─Ánimo, Chiarita. Todo va a mejorar ─dice Manuel.

Inhalo y exhalo profundo.

─Sí. Así será. ─Sonrío.

Observo el reloj que cuelga en la pared y me doy cuenta de que ya son las 7 pm.

Decido ir a ver cómo está mi papá. Así que, les agradezco a mis amigos por la llamada reconfortante, donde escucharon todos mis lamentos y finalizaron sacándome un par de risas. Me despido de ellos y cuelgo la llamada.

Ya han pasado doce horas desde que me fui de la casa con mi papá, y aunque ya haya hablado con mi Madison por llamada hace unas cuentas horas, aún la sigo extrañando.

Hoy quise hablar con mi papá, pero él me ha pedido dejarla solo y lo he hecho. Considero que darle su espacio le podría ayudar a procesar mi relación con Madi.

Me levanto de la cama con la intención de ir en busca de mi papá, pero antes de salir me desvió al tocador para peinarme.

Por lo visto, Karen y mi papá ya tenían planeado que este departamento sea como nuestra segunda casa, pues la habitación en la que estoy ya está amueblada.

Me sorprendió regresar al distrito donde vivíamos antes, cuando aún mis papás seguían juntos. Este distrito está en la Zona Sur de Lima y es uno donde habitan bastantes personas adineradas.

No me quejo. La urbanización es muy hermosa, más tranquila, más limpia, pero no podría decir si es muy segura, porque los delincuentes siguen al acecho, a pesar de que hay policías circulando por las calles. Por las noticias, supe que eso se debe a ese h0micida serial.

Toda la Zona Sur está en pánico, y la Zona Norte también ya ha entrado a la desesperación.

Los escalofríos me atacan al recordar lo que Madison me contó en nuestra llamada. ¡El vecino Thomas es el responsable de los h0micidios!

¡Denme algo que me desmayo!

Aún me cuesta creerlo, porque, a pesar de que al inicio su presencia me provocara algo distinto a la calma, con el pasar del tiempo, se convirtió en un vecino más que parecía estar muy cómodo ayudando a los demás.

Pero muchas veces las apariencias engañan, Chiarita.

Gracias al cielo ya está en la comisaría. Al encontrarlo culpable, no podrá hacerle daño a nadie, ni tampoco los chicos correrán peligro por haberlo delatado.

De todas formas, le sugerí a Madison que les contara a sus papás. Me pregunto si ya lo hizo.

También me comuniqué con Daniela, Fabián y Javier. Muchos de sus mensajes me conmovieron. Les pedí no dejar sola a Madison, y me sacó una enorme sonrisa cuando leí que jamás lo harían.

Simón también ya está enterado y se preocupó mucho, pero le aseguré de que estaba bien.

Estaríamos bien.

Esta tarde también quise dormir un poco más para dejar de pensar, pero la gran siesta que tomé toda la mañana me devolvió mis energías.

Me quedé tan profundamente dormida que no escuché a mi papá llamándome para ir a almorzar. Me desperté, porque él vino hasta a mi habitación para hacerlo. Solo sintiendo sus manos sacudirme un poco pude salir de mi sueño profundo.

Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?Where stories live. Discover now