Capítulo 80 | Permanecer siempre unidos

3.9K 232 164
                                    

CHIARA

─¿Todo bien atrás? ─dice Karen.

Madison y yo nos miramos. Mi sonrisa y la suya es enorme.

─Sí, madre. Todo está bien ─dice Madison.

Desde el asiento del copiloto, Karen voltea a sonreírnos.

─Por fin regresaremos a casa ─dice Karen.

Por el espejo retrovisor, también veo a mi papá sonreírnos, mientras conduce.

¡Al fin libre!

Recién al cuarto día de ser operada puedo cantar "¡Libre soy!".

Le gané el reto al doctor y por eso pudo darme de alta. Durante mi recuperación no he tenido complicaciones. Eso es un gran alivio para todos. Aunque, eso no quiere decir que ya pueda seguir con mi vida como antes.

El doctor fue muy claro al informarme sobre las citas médicas para evaluar mi recuperación, realizar las debidas pruebas de seguimiento y también para ajustar mi medicación en caso de que lo necesite.

Lo que sí me paralizó fue ver la foto que me tomó mi mamá al momento en que el doctor limpió la herida de mi cabeza. En ese momento, recién vi la pequeña zona que tuvieron que raparme para operarme. Ahora no se ve tan mal, porque aún llevo la cabeza vendada.

Eso no me preocupó mucho, pues el cabello crece al fin de cuentas.

El doctor también me restringió de algunas actividades físicas. Me dio más instrucciones para tomar los medicamente, pero lo que me llenó un poco de tristeza fueron las recomendaciones dietéticas.

¡Nada de comida chatarra a partir de ahora!

Ni modo, Chiarita. Te toca soportar.

¡Carambolas!

Lo bueno es que no requiero de rehabilitación. Gracias al cielo, puedo caminar, comer y hacer otras cosas básicas por mí misma, ¡pero eso sí! Siempre tengo que hacerlo con cuidado, y la verdad es que tampoco siento que tengo todas las pilas puestas como para moverme con agilidad.

El doctor dijo que era normal que sienta fatiga y algunas veces dolor e hinchazón, pues son efectos de mi cirugía.

Tampoco me voy a quejar. El dolor es tolerable y la hinchazón no es agobiante. Todo se me pasa cuando tomo mi medicamento.

Ansío seguir respondiendo de manera positiva a mi tratamiento y así poder llevar mi vida como era antes.

─¿Te encuentras bien? ─La mirada de Madison se muestra curiosa ─. Te noto muy pensativa.

Echo un suspiro, y sonrío para tranquilizarla.

─Estaba pensando en raparme todo el cabello ─le bromeo, pero por su expresión parece que se lo ha tomado en serio.

Me echo a reír.

─Aunque te quedaría muy bien. ─Madison me guiña.

Ella no lo quiere admitir, pero se ve tierna con ese pequeño vendaje en su frente.

Sin poder evitarlo, uno mi mano con la suya.

Por ser sábado, Madison a estas horas de la mañana debía estar en clases, pues los tres días de suspensión ya pasaron, pero no hace falta preguntar la razón por la que no asistió.

─Gracias por estar aquí ─le digo a Madison ─, pero prométeme que no faltarás más a tus clases.

Madison echa un suspiro.

Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?Where stories live. Discover now