Capítulo 75 | El sabor de la separación

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MADISON

No quise conciliar el sueño, pero en medio de la tristeza me quedé dormida.

No tuve pesadillas, pero cuando abrí los ojos hace poco, una enorme angustia se me clavó en el pecho.

Ahora qué sucederá. Ni siquiera puedo responder esa pregunta con certeza, y no puedo evitar enojarme por ello ni tampoco que mis ojos se nublen por las lágrimas.

En el espejo de mi baño observo como estas se combinan con las gotas de agua que humedecen mi rostro.

Me voy deprimente y lo admito con pesar.

Le he provocado dolor a mi madre y eso me pesa demasiado. Sin embargo, Chiara y Lorenzo también están en mi mente.

A pesar de que no la haya abofeteado, temo a que la lastime más con sus palabras. No quiero que eso suceda y lo más adecuado es que vaya a hablar con él y mi madre. Aunque, primero iré a ver si Chiara ya ha despertado.

Tal vez también quiera ir a hablar con mi madre y su padre.

Expulso un suspiro, y no me tomo un segundo más para secarme el rostro. Al ya sentirme lista, me dirijo a la puerta de mi habitación y la abro.

Mi corazón se detiene al encontrarme con Chiara,

─Mi despistada ─Me quedo observando su rostro.

Su mirada también se muestra decaída y eso me aflige aún más.

─Justo iba para tu habitación ─le digo a Chiara.

Ella me da una pequeña sonrisa.

─Y yo vine a hablar contigo, Madi. ─Chiara expulsa un suspiro.

Me intrigo aún más cuando su pequeña sonrisa desaparece, pero también porque me percato de que está vistiendo su abrigo rojo, como si fuera a salir de casa en este frío.

─Adelante. ─Intento no mostrarme desesperada.

Chiara ingresa a mi habitación y cierro la puerta. La sigo hasta el pie de mi cama y mi pulso se acelera al verla ansiosa.

─Qué sucede, mi despistada. ─Acurruco su rostro en mis manos.

Ella cierra los ojos y sus lágrimas no demoran en rodar.

─Mi papá vino a mi habitación temprano para hablar conmigo. ─Chiara abre los ojos.

Mi respiración se detiene.

─¿Ya arreglaron las cosas? ─digo sorprendida.

─En realidad, me dijo que me vaya con él a su nuevo departamento ─dice Chiara.

Sus palabras me llenan de incertidumbre,

─Madison, él necesita procesar lo que está sucediendo con nosotras y no lo logrará aquí.

─Entonces, que se vaya él, no tú. ─Desesperada, junto nuestros labios en un corto beso ─. Por favor, no vayas con él.

Mi aliento se entrelaza con el de Chiara, mientras mi pecho sube y baja con brusquedad.

Maldigo cuando mis ojos se llenan de lágrimas.

─Por favor, Chiara.

Ella solloza y no demora en aferrarse a mí.

La estrecho entre mis brazos, deseando que esto sea solo una pesadilla.

─No quiero irme, pero, si me opongo, podría ser más difícil que mi papá nos entienda ─. Chiara me mira a los ojos y sonríe en medio de lágrimas ─. Calma, yo haré todo lo posible para que entienda este amor que tú y yo nos tenemos.

Dos algodones de azúcar sabor a... ¿prohibido?Where stories live. Discover now