Capítulo LXIX: El baúl de los recuerdos

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NERU

Adela continuaba tratándome como una enferma, aunque sus intenciones eran y seguían siendo buenas, no me gustaba sentirme inútil.

Tras recibir el alta porque, según todos estaría mucho más segura aquí que en el hospital, Adela decidió estar conmigo todo el día.

Dayanel le hacía compañía a Angela, quien estaba claramente peor que yo. En cambio, Malena también estaba en mi nueva habitación.

—Todavía no le he dicho a nadie que nos iremos —dije en cuanto Adela terminó de acomodar la almohada en mi espalda.

—Yo tampoco —dijo Malena —, en mi caso no creo que les importe mucho. No tendré problemas. Dudo que te pongan muchos peros, eres libre de hacer lo que quieras.

—No lo dudes, no pienso quedarme de brazos cruzados —hablé.

—El viaje está programado para inicios del año que viene. Teniendo en cuenta que falta poco para que acabe no tendremos que esperar mucho.

—Y que lo digas —dijo Malena —. Diciembre es aburrido. Las fiestas no tienen mucho sentido, lástima por quien cumpla este mes.

—Ser de los más pequeños tiene que ser aburrido —dijo Adela.

—¿Y qué haremos exactamente allí? —preguntó Malena mientras devoraba una bolsa con fritos.

—Deberíamos ir a visitar a la familia de Jayden, podemos encontrar algo —hablé.

—Visitemos a su hermana —dijo Malena —, ¿no es dos años mayor?

—Sí, es cierto —dijo Adela.

—¿Tenéis su dirección?

—Lo tenemos todo —volvió a hablar Adela.

—No creo que podamos llegar como si nada. ¿Cómo lo haremos? —volví a preguntar.

—Fingiremos ser turistas.

Miré a Malena después de escuchar su respuesta.

—¿Todos? —pregunté.

—Sería muy evidente, pero no si van dos o tres y los demás que hagan de vigilantes —explicó.

—Angela tiene la pierna rota, no creo que sea conveniente ir con ella —dije.

—Podríamos usarla como excusa —dijo Adela.

—¿Y quiénes entrarían? —pregunté.

—Tendremos que decidir nosotras tres —dijo Malena.

—¿Por qué Dayanel y yo no nos quedamos al margen? —preguntó Adela.

—Me gusta la idea —dijo Malena.

—¿Tenemos plan B? —volví a preguntar.

—Improvisar —dijo Adela.

—El plan B podría ser que los "vigilantes" —dijo Malena haciendo comillas — entren en caso de que pase algo malo.

—¿Será buena idea llevarse a Angela en esas condiciones? —insistí.

—Creo que sería peor dejarla aquí sola. Allí el menos estaremos todos juntos —asentí ante las palabras de Adela.

—Le enviaré un mensaje a Dayanel para informarle —Malena sacó su teléfono.

—¿Por qué no vas a la habitación de Angela? Está al final del pasillo —indiqué.

—No quiero toparme con nadie poco agradable.

—Compresible —apoyé.

Malena envió el mensaje y la conversación se volvió poco relevante.



El secreto de los CliffortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora