El secreto de los Cliffort

Capítulo III: Detección inicial ✔

NERU

Desperté en medio de la noche. Di vueltas y vueltas y acabé rindiéndome, no conseguí conciliar nuevamente el sueño.

Bajé a la cocina a refrescarme con un vaso de agua, al menos esa era mi intención, pero pasó a un segundo plano en cuanto llegué a dicho lugar y observé una escena un tanto inusual entre Dustin y Meredith, en medio del lugar.

Di cuidadosamente unos pasos hacia atrás para alejarme de ellos y subir a mi habitación, era más fácil eso que seguir observando un encuentro incestuoso.

Al subir tan deprisa los tres pisos me di cuenta de que no recordaba cuál era mi habitación.

Estaba jodida, no llevaba ni 24 horas aquí y ya había visto algo sin siquiera estar interesada en ello.

¿Cuál de todas las habitaciones era la mía? La oscuridad de la noche no estaba a mi favor.

Estaba confundida. Comencé a contar las puertas y a la número tres me cansé y entré en la primera que se me ocurrió, esperando a tener suerte, no equivocarme y que nadie me descubriera.

Para mala suerte, me equivoqué.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Jayden.

—Lo siento —me disculpé —, me he equivocado de habitación —di un paso hacia atrás.

—Fuera —dijo con molestia.

Salí rápidamente y cerré la puerta.

En estos momentos echaba de menos saber dónde estaba.

Probé suerte con la puerta de al lado pero alguien me interrumpió.

—Deberías de estar durmiendo —pegué un bote por la sorpresa.

Me giré y vi a Dustin.

En mi mente rondaban dos opciones, o habían acabado más rápido de lo que me esperaba porque llevaban más rato ahí abajo o que me habían escuchado. La más probable era la primera.

—No podía dormir y pensé en estirar las piernas y me he perdido —dije y me miró como si fuera broma.

—Tu habitación es esa —señaló dos habitaciones más allá.

—Gracias —dije con cierto alivio porque al menos sabría ir la próxima vez, ya que no creía olvidar lo de esta noche.

—Buenas noches —se despidió.

—Buenas noches —dije en el mismo tono.

DUSTIN

Claro que no me creía lo que la chica pobre dijo, no era imbécil, y tanto Meredith como yo escuchamos pasos cercanos a la cocina.

Es mi casa, follo si quiero, cuando quiero porque quiero y donde quiero, no era mi culpa que llegara ella en medio de la madrugada y me encontrara metiéndosela a alguien.

—Te dije que no bajáramos —Meredith siguió con su drama en medio de mi habitación.

—No va a decir nada —aseguré.

—No lleva ni un día aquí y ya nos da problemas —chilló.

—¿Te crees que va a hablar como si nada de esto? —no respondió porque sabía que tenía razón.

—Esto ha pasado porque eres un puto caliente que no sabe controlarse —me recriminó.

—Eras tú la que me pedías más —recordé con una sonrisa cínica en la cara —. Siempre lo haces.

—Cállate.

—Vamos, enfádate porque la muerta de hambre nos haya visto si quieres, pero deja el drama.

—No lo entiendes —volvió a hablar —, si Padre se entera de lo que ha pasado nos va a matar.

—¿Por qué follemos un rato?

—Por dejar su imagen por el piso —fruncí el ceño —. Además soy su princesita, pero no sé si al nivel de que me perdona algo así.

—¿Lo dices por qué eres la única hija y de lo contrario tú también serías como todas las mujeres de la familia? —me burlé y lanzó una mala mirada — Conmigo no te quejes, díselo a él, él es quien nos hace seguir sus normas —la miré de arriba a abajo —. Aunque a veces pienso que algo hiciste para no ser parte de ese juego de títeres.

—¿Insinúas que me acuesto con Padre? —abrió los ojos con sorpresa.

—Eres tú quien lo acaba de decir, no yo.

—Que te den —se levantó dispuesta a irse.

—Prefiero dar yo —me ignoró y salió.

Busqué un cigarrillo y lo encendí, debía estar alerta, habíamos dado un paso en falso, no nos podíamos permitir otro.

NOTA

Hey Mxgics, aquí con un capítulo más para la colección.

A partir del próximo capítulo conoceremos a nuevos personajes y también sabremos la descripción física de Neru.

De momento únicamente dejaré esto por aquí y me marcharé.

Nos vemos/leemos

KL