Capítulo LX: Fraudulento

1.3K 284 25
                                    

DUSTIN

Por primera vez en mucho tiempo consiguió pasar algo totalmente imposible e inimaginable, Jayden y yo trabajábamos como dos personas civilizadas, después de semejante paliza que nos dimos.

Mientras Padre vivía quejándose y mandando a la mierda a todo el que veía, nosotros estábamos alejados.

—Me sorprende que las tengan todavía. Si por separado son algo molestas juntas no quiero saber cómo deben de ser —dije cansado de ver tantas mierdas escritas.

—Concéntrate, abre tu mente y no el culo. Tú te vas a encargar de buscar cualquier cosa que tenga que ver con Neru. Sigo sin explicarme por qué la han secuestrado a ella también. Busca respuestas. Yo voy a encargarme de Hira.

—¿No crees que si también se la han llevado podría ser una mala jugada que su padre le hizo a ese enemigo que buscamos? —pregunté — Padre y él trabajaron juntos, tendría sentido.

—Que tenga sentido no significa que sea una respuesta.

—Bors y Helena se fueron del pueblo hace tiempo, ¿por qué no visitarlos?

—Porque su hija se fue al otro barrio por nuestra culpa —recordó —. A diferencia de Beatrice, ellos sí lo han superado pero nos siguen odiando. Tiene gracia, Kenzie era la que destacaba de ellas dos, apenas existe alguien que menciona a Valia. Ya viste la mirada de asco que nos dieron al vernos desde lejos.

Bebí de mi refresco.

Por un lado tenía que ayudar a Neru con lo que le había prometido, pero por otro también tenía que traicionarla. Era un juego de traiciones más complicado cada vez que alguien daba un paso.

Esto era más fácil de ver que de hacer, si Neru llegaba a enterarse probablemente el desenlace no sería bueno.

Necesitaba una respuesta a este manojo de preguntas sin sentido que se iban acumulando a medida del paso del tiempo.

—Cuando consigues una respuesta, tienes la base para conseguir las demás —dijo Jayden como si me hubiera leído el pensamiento.

—Nada de esto tiene sentido —comenté.

—Bienvenido al mundo real, hogar de monstruos y víctimas, donde nada tiene sentido hasta que encuentras el final.

—Menudo poeta —me burlé.

—El mismo que te hacia las tareas de literatura —recordó.

Por más increíble que pudiera parecerlo, alguna vez habíamos sido personas que se soportaban, aunque fuera a cambio de algo.

—Y el mismo que casi me ahoga en la alberca.

—Eso es lo que pasa cuando dejas a un mocoso a mi cargo —me miró algo fastidiado —. ¿Ya has terminado de recordar o vas a empezar con lo que he dicho?

—Ni siquiera he empezado yo —murmuré por lo bajo.

—¿Crees que me importa? —su característico tono arrogante volvió a hacerse presente.

—Olvídalo —me puse en pie —, mejor comienzo ahora.

Me fui a un asiento algo más cercano al medio.

En este juego de traiciones corría el mismo riesgo de ser traicionado como lo estaba haciendo con Neru.

¿Culpabilidad en mi interior?

Por supuesto que no.

Lo estaba haciendo para ayudarla, no para herir a nadie más.






El secreto de los CliffortWhere stories live. Discover now