El secreto de los Cliffort

Capítulo CXXX: [Sin salida]

DUSTIN

Terminé de desayunar y pensé que podía llegar a tener un segundo en paz.

El bullicio continuaba y todavía me quedaba una semana más de agobio.

Conseguí llegar sin que nadie intentara hacer nada en mi contra. Si antes la gente podía llegar a mirar a alguien del apellido con respeto, miedo o envidia, ahora solo podía distinguir miradas de asco, odio y rechazo.

—A Padre no le gustará saber qué está pasando —comenté —. Probablemente sea de las últimas veces que vea a la mayoría de aquí.

—Es muy extraño que la gente esté así.

Regina apareció con unas hojas en la mano.

Vino directamente a mí y las dejó en mi mesa.

—De nada.

—¿Qué es esto? —pregunté.

—La gente sabe qué pasó hace prácticamente cuatro años —miré a Lars.

—Déjame ver —este agarró una hoja para leerla —. Son las actas de defunción.

—Y las otras hojas son cartas de amenazas, transacciones de dinero y la compra de todas las personas involucradas con nombre y apellido y hasta su dirección.

—¿De dónde ha salido esto? —pregunté.

—Están por todas partes, ¿no los has visto?

—No —admití —. He preferido guardar las cosas en la taquilla de Lars, han destrozado la mía.

—Esto ha tenido que salir de algún lugar —dijo Lars —, ¿ahora qué has hecho?

—Dar explicaciones es lo que menos quiero —puso su mochila en mi mesa —. Dáselo a Meredith —me miró.

Se fue rápidamente y no tuve tiempo de preguntar.

—No entiendo nada. Esto no tiene nada de sentido. Nunca lo ha tenido —Lars parecía confuso.

—Cuando Kenzie nos amenazó insistió en una idea que llegué a olvidar. Me suena loco volver a pensar en ella.

—Cuando nada tiene sentido solo te esperan muchas sorpresas. Si esto se está saliendo de control debemos darnos prisa y averiguar quién ha hecho esto y cómo calmar a una masa enfurecida.

Naim vino corriendo a clase y cerró la puerta de golpe. Apenas éramos pocas personas dentro.

—Más te vale huir de aquí porque piensan matarte a ti y a Meredith y a todos en tu casa —se acercó —. Pese a todo somos amigos y que no entienda qué ha pasado no significa que vaya a dejar que te maten. Date prisa, van a tu casa.

Me puse rápidamente en pie.

—Llama a Meredith y dile que se vaya a casa —dije a Lars —. Será la semana más larga de mi vida.

No tenía buen presentimiento.

MEREDITH

Corrí lo más rápido que pude.

Una loca me seguía con un hacha y no parecía tener buenas intenciones.

Escaparme del instituto para ser perseguida por una maniática... Lo que me faltaba.

Lancé un grito cuando me encontró y golpeó mi abdomen tan fuerte que perdí el aliento.

Neru apareció de la nada.

Literalmente no supe que hacía aquí ni cómo. Tampoco me importó porque me había salvado de ser asesinada por una perra.

Saltó sobre ella y cayeron.