Capítulo CXXVIII: Manifiesto deplorable

420 133 49
                                    

Aviso que nadie pidió: Al estar actualizando bastante, aconsejo revisar que Wattpad notificó o leyeron esos capítulos y otros. Revisando desde la V.O #7 hasta aquí, fueron 4 publicaciones.

Adelante lectura:

CAPÍTULO 128


JAYDEN

Anónimo, anónima o quien fuera, podía querer muchas cosas, entre esas burlarse y divertirse conmigo.

Durante varios días traté de buscar lógica al asunto y, tal como era de esperar, no hubo respuesta.

Ser manejados como títeres tenía ese fin, marearnos sin un propósito en concreto.

No aceptaría que me habían dado una paliza y menos lo haría al decir que el o la culpable de eso era alguien mucho más pequeño físicamente que yo.

No quería admitir que por una jodida vez en mi vida no sabía qué hacer ni por dónde ir.

Estaba convencido de que eso es lo que buscaba hacer Tod con cada uno de nosotros y lo peor es que lo estaban consiguiendo.

Volver a la mansión no era la mejor idea, era la peor que podíamos tomar desde que todo esto inició.

Como siempre, Padre hacia lo que le daba la gana sin importar lo que realmente debía de interesarle.

—¿Desesperado? —escuché a mis espaldas.

Me giré lentamente y aquel maldito tipo estaba ahí, Falsch.

—Dáskalos no se equivocó contigo.

—¿A qué viene un traicionero más de esos imbéciles?

—A molestar —admitió — y a hablar.

—¿Vas a matarme? Porque estás tardando mucho en intentarlo.

—Tengo más experiencia que tú en esto. Podría hacerlo más rápido de lo que piensas. Aun así no soy yo el que te quiere volar la cabeza.

—Puedes irte a la puta mierda.

—Si fuera tú, cosa que agradezco que no, tendría mucho cuidado. No sabes lo que son capaces de ordenar sin importar quién salga perjudicado.

—No sé de qué me hablas y tampoco me interesa.

—Neru no terminó de casualidad en un hospital a punto de morir —entendí de lo que hablaba.

—Tienes a alguien que busca traicionar al amo y está en tu bando. Me preocuparía más de buscar quien es su identidad que de matar a un linaje entero por motivos del pasado.

—No estés tan seguro.

Desde el inicio jugábamos con desventaja y la distancia comenzaba a ser abismal entre ambos equipos.

Necesitaríamos más que suerte para no perder.



NERU

Bajé del auto sin cruzar una palabra con nadie.

Varias personas se giraron a observarnos a Angela y a mí, Meredith había venido en su auto minutos antes.

—¿Qué está pasando? —preguntó Angela, quien iba algo coja por la pierna después del incidente de meses atrás.

Adela apareció corriendo y empujando a algunas personas para ponerse enfrente de las dos.

Conseguir que nos dejaran salir a todas era realmente difícil.

El secreto de los CliffortWhere stories live. Discover now