Capítulo CXXXVI: El discurso

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No es aviso, vengo a felicitar a Me_Follo_A_Mason_Xd porque comentó que es su cumpleaños y siempre leo sus comentarios igual que todos los que dejan.

Felicidades :)

Ni el pan es tan rancio como yo a la hora de felicitar.

Dejo el capítulo a continuación y adelanto que publicaré otro más.

CAPÍTULO 136

NERU

Vinieron a despertarme más temprano de lo habitual. No era suficiente con tener que bajar entre las cinco y seis de la mañana a desayunar, tenían que venir más temprano.

—¡Quiero dormir! —grité poniendo una almohada en mi cara para que dejaran de tocar la puerta — ¡Fuera! —dije irritada porque apenas llevaba una hora durmiendo.

Lancé la almohada de mal gusto contra la ventana y quité a patadas las sábanas.

Abrí la puerta odiando a la vida y, al ver que venían a prepararme para la graduación, la cerré en sus caras y me tiré en la cama a seguir durmiendo.

Volvieron a insistir nuevamente e intenté no oír nada poniendo manos simulando que iba a ayudar en algo.

Si no las oía, nada estaba pasado.

De un segundo a otro la puerta se abrió de malas maneras.

—Levántate de esa cama ahora mismo —Klaus hizo su aparición.

—Cállate, quiero dormir y molestas —refundí mi cara entre el colchón.

—Suponía que ibas a hacer un escándalo por despertarte algo más temprano —chasqueó sus dedos e inmediatamente sentí un balde de agua fría caer sobre mí.

Rápidamente me puse en pie y lo miré con desprecio.

—No arruines este día.

—Me lo arruinas tú a mí —espeté.

—He dicho que no arruines este día, no que no pueda arruinarte el tuyo. Ahora alístate, he perdido suficiente tiempo aquí.

—No más que yo soportándote —murmuré y detuvo sus pasos para mirarme.

Inexplicablemente no dijo nada. Volvió a dar media vuelta y se fue.

Me levanté y fui al baño a comenzar mi horrible día.

Ni ducharme tranquila podía, unas mujeres abrieron la puerta y trajeron productos que pensaban usar.

—¿Alguien sabe el significado de intimidad? —mi humor no iba a ser nada bueno el día de hoy. No dejarme dormir y obligarme a levantar mi culo de la cama tenía un precio.

—El señor Cliffort ha ordenado que... —una intentó hablar y la interrumpí al escuchar ese asqueroso nombre.

—Klaus me importa lo que viene siendo nada. Voy a masturbarme y quiero hacerlo tranquila.

Se miraron entre sí y se fueron.

Me duché tranquilamente cantando victoria por haber usado una absurda excusa para poder asearme en soledad.

Eso duró poco, cuando salí me dieron mil indicaciones que seguir.

La infernal mañana sería más larga de lo deseada.

No tenía inconvenientes con que acabaran viendo mi cuerpo, ese detalle me era insignificante y ya muchas personas me habían visto tanto aquí como fuera de este lugar.

El secreto de los CliffortWhere stories live. Discover now