El secreto de los Cliffort

Capítulo LVI: Nuevo ataque

MEREDITH

Las palabras de Neru hicieron eco en mi mente durante todo el día, mi plan de manipulación con ella era distinto al que solía usar con la gente, Neru era más lista de lo que aparentaba, invertir los papeles y hacerla sentir la villana parecía buen plan, tarde o temprano acabaría creyéndoselo.

Odiaba estar encerrada en casa, no importaba que hubiera un gimnasio, una alberca rodeando la casa, una estúpida sala de cine o una enorme terraza, entre muchas otras cosas en la mansión, nada de eso me entretenía.

Angela estaba pasando por una especie de depresión y vivía encerrada desde que llegamos, técnicamente era un confinamiento hacia todas nosotras.

Podía defenderme perfectamente, pero nadie estaba listo para aceptarlo y tener esa conversación.

Mientras estas dos semanas los grandes "hombres de la casa" estaban solucionando lo del doble asesinato, en el cual tampoco nos habían dejado ir al funeral, por mi parte sólo me quedaba averiguar quién mierda se atrevió a apuntarme con una pistola.

Era difícil, identifiqué a un hombre, a la otra persona no la detallé, pero seguramente era otro hombre, más delgado y bajo.

La pregunta no era quién quería matarnos, era quién no quería hacerlo.

Era complicado, las cámaras dejaron de funcionar, como si alguien lo hubiera hecho a propósito.

Mi nuevo teléfono me alertó de una llamada y contesté.

-Meredith Cliffort -dije al darme cuenta de una llamada privada.

Una respiración era la única respuesta que tenía.

-¿Quién es? -pregunté - Sé que la gente normal respira, ¿acaso no te han enseñado a hablar? -soné molesta, odiaba solas bromas - ¿Quién llama?

Seguí recibiendo la misma respuesta.

-¿Sabes con quién estás hablando? -solté - Pienso averiguar quién eres y te vas a enterar. ¿Eres quién casi me mata? Genial, voy a arrancarte los huevos si hace falta, atrévete a llamar de nuevo si quieres que te arranque el cuello también -colgué.

No había controlado mi temperamento, tampoco lo había intentado. Últimamente no soportaba a nada ni nadie.

Un grito sonó tras escucharse una ventana rota y salí a ver quién era la escandalosa.

Mi sorpresa no fue mucha al ver a Neru con prisas y chocarse conmigo.

Un disparo sonó junto el sonido de otro cristal roto.

-¡Alguien ha disparado en mi habitación! -gritó con horror.

-Deja de gritar, ordinaria.

-¿Es que no escuchas que alguien ha disparado contra la ventana y podía haberme matado? -prácticamente la ignoré.

-Ojalá lo hubiera hecho -sonreí imaginándome la escena.

-Contigo no se puede.

-¡Señoritas! -se escuchó desde abajo.

Observamos la voz de uno de los guardias de la casa.

-Vengan con nosotros, las escoltaremos.

Madre salió de la habitación de Angela con esta misma.

-¿Qué está pasando? -preguntó.

Otro disparo se hizo presente, esta vez impactó de lleno contra la cabeza del guardia.

Quedé estática, quien sea que acababa de disparar parecía ser un francotirador muy acertado.

Estaba comenzando a pensar que alguien quería desquitársela con nosotras y no con ellos.