Capítulo XLII: Larga siesta

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NERU

Abrí mis ojos con dificultad.

Me sentía extraña, ida, perdida... ¿Dónde estaba?

El lugar lujoso donde me encontraba no parecía mi vieja habitación.

—Neru —escuché una voz femenina que se me dificultó identificar.

Vi a una mujer de cabello canela y ojos avellanas.

«La conozco»

Estaba confusa, no recordaba la última vez que la había visto u oído.

—Al fin —dijo una segunda voz.

Vi a un chico de aspecto fuerte, de ojos avellana y cabello canela.

«Jayden»

—¿Cómo estás? —la mujer se acercó.

El nombre de «Sonia» hizo click en mi cerebro al recordarla.

—¿Neru? —pregunté.

¿Yo soy Neru? ¿Ese es mi nombre? ¿Por qué me siento tan bloqueada y no me siento yo?

—El médico dijo que estaría medio idiota durante unos días, se le pasará —dijo él.

—Jayden, por favor —pidió Sonia —. ¿Cómo te encuentras?

—Bien —dije en voz baja.

—Déjanos a solas, le explicaré qué ha pasado. Nos vamos dentro de poco —dijo Jayden hacia Sonia.

Ella obedeció y salió.

—Dime cuántos dedos ves, no te necesito más idiota, no te soportaré —elevé una ceja. No entendía a qué se refería.

Puso tres dedos.

—Tres —contesté obvia.

—No estás tan idiota, un problema menos.

No conseguía recordar nada, ¿por qué recordaba algo sobre los demás y no de mí?

—Neru, ¿me estás escuchando? —su voz captó mi atención — Mírame —ordenó.

Obedecí.

—¿Neru? —pregunté — Estoy confusa —traté de hacer memoria.

—Sí, Neru Fithson. Retiro lo dicho, idiota tenías que quedar.

—¿Jayden? —pregunté.

—No sabía que me pensabas tanto como para que te acuerdes de mí y no de ti. ¿Qué hago ahora? ¿Decirte "preciosa como en una maldita película de bajos presupuestos? —usó un tono algo burlón.

Lo miré mal.

—Preciosa la que te cuelga —contesté de mala gana.

—La misma que te mamaste —no respondí.

Abrí mis ojos con sorpresa, ¿qué yo había hecho qué?

—¿De qué hablas? —pregunté.

No le creía, no lo había hecho. ¿O si?

—Tuviste un accidente con Dustin. Casi te mueres, pero la vida te odia tanto que quiere que sigas con nosotros.

—Dustin —repetí.

La imagen de un individuo bastante atractivo y fuerte con ojos y cabello castaño apareció en mi mente.

—¿Qué recuerdas? —pregunté.

Varios flashbacks llegaron a mi mente.

Ella no te quiere.

Nunca te querré aunque lleves mi sangre.

El secreto de los CliffortWhere stories live. Discover now