Capítulo XXXVIII: Siniestras revelaciones

3.2K 422 109
                                    

DUSTIN

—Comienzas a perder la cabeza —dijo Lars a mi lado —, si sigues vamos a acabar mal.

Lars tenía razón, lo sabía, pero era tarde.

—Le he dado la llave del sótano a Neru —confesé.

—¿Y qué pasa con eso? —se sentó y dio un trago al contenido del vaso transparente.

—En el sótano está lo que no sirve, lo que callamos, ya sabes, desde fotos de una familia falsa hasta los documentos que robamos.

—Dime una cosa, ¿qué pretendes con eso? —lo miré.

—Estoy harto de esto, de todo. Neru es curiosa, algo hará con lo que encuentre.

—¿Pretendes delatarnos a todos? —no respondí nada — Dustin.

—Todos estamos en esta mierda, todos somos unos mentirosos, todos somos unos jodidos cobardes —solté molesto.

—No estás siendo consciente de que esa información es valiosa y puede arruinar la vida de tres familias distintas.

—Alguien tenía que bajarnos de esta nube de poder en la que siempre hemos vivido.

—Comienzas a parecerte a Jayden —lo miré.

—No digas estupideces —espeté.

—Estás comenzando a planear mierdas que nos ponen en peligro porque te sale de donde te da la gana, ¿no es eso lo que hace siempre?

—Jayden se puede ir a la mierda.

—De todos modos nuestras familias tienen las influencias de sobra para hacer como que lo que has hecho no influya en nada —recordó.

—Podremos comprar a quien sea, librarnos de lo que supone eso, pero no haremos olvidar a nadie la verdad.

—Tú no eres así, se te va la cabeza —me puse en pie.

Lars dio un trago al vaso con vodka e imitó mi gesto.

—Estás siendo egoísta —habló.

—¿Por estar cansado de lo mismo?

—Porque no solo vosotros tres estáis en esto.

—Yo no te obligué a hacer nada —recordé.

—Me metiste en esto tanto como a Regina.

—Nadie os obligó.

—Le mentiste a Jayden y por eso nos involucramos.

—Yo no te metí en nada, fue la loca que iba detrás de ti, ¿te acuerdas? —no dijo nada por unos segundos.

—No te reconozco.

—Puedes irte con tus estúpidas mierdas a donde te dé la jodida gana, ahora entiendo a Angela cuando nos amenazaba.

—¿Y qué vas a hacer? ¿Unirte a ella y la drogadicta de Malena e inestable de Dayanel? —elevó una ceja — La estás cagando.

—Lo siento Lars, pero ya no más —no esperé una respuesta y me fui.

Me dirigí a mi auto y conduje hasta el lugar que nunca fue un verdadero hogar para mí o alguien de mi sangre.

Busqué a Neru en su habitación.

—¿Necesitas algo? —preguntó sin muchos ánimos.

—Tienes que venir.

Me miró sin entender, pero se puso en pie y me siguió.

El secreto de los CliffortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora