Vista al pasado #18

350 121 0
                                    

NARRADOR OMNISCIENTE

25 AÑOS ANTES

Silencio absoluto en la primera base acabada. Su base. El primer pilar de un gran imperio como ese.

—Solo tú tienes estos gustos —dijo la mujer que se encontraba a su lado.

—Este será mi gran imperio. Recuperaré cada maldito centavo y vengaré su muerte —dijo admirando como colocaban una gran figura de dos letras que sería su símbolo.

—¿Sigues con lo mismo? Ni siquiera deberías de confiar en cualquiera para mostrar todo esto. Te pueden traicionar.

—Nadie se atreverá o descubrirán de lo que es capaz un hombre como yo.

—El típico complejo de un treintañero que lo ha perdido absolutamente todo —la mujer en ocasiones no lo soportaba —. Necesitarás mucho de mí para que este lugar sea mejor que antes y realzar tu nombre tan pisoteado.

—Te encargarás de enseñar y preparar a los mejores y seremos guerreros invencibles.

—Enseñar no es algo que dejaría a alguien como yo, pero si queremos los mejores, sí. Nadie que pase por mis manos será una vergüenza para el mundo.

—Un malcriado al poder es algo totalmente absurdo. Haré que se arrepienta hasta de haber nacido —aseguró.

—¿Cómo te acercarás sin que te descubra? —el interés de la mujer era algo que le era valioso.

—Tiene varias amantes y solo una de ellas es lo suficientemente importante en su vida —sonrió con malicia.

—Su traición es un hecho confirmado —dijo ella completando las palabras del mayor —. Tú recuperarás tu poder, nombre y estatus y yo conseguiré todo lo que tiene y lo que siempre he querido.

—Esto apenas ha empezado y es una guerra que ganaremos, aunque finjamos ir perdiendo para que baje la guardia. Estás a tiempo de arrepentirte si eso deseas.

—No, nunca. Conseguiré lo que busco y no me rendiré. Si nos aliamos es porque sé que donde piso terreno, gano batalla —observó atento a la mujer, unos centímetros más baja, pero capaz de matar a cualquiera que fuera tres veces más alto —. Eres el que más me conviene y viceversa, es imposible que nos destruyan una vez estemos por plantarnos.

El odio y la venganza podían llegar a existir a grandes niveles.

Ellos eran una prueba infalible de aquello.

Inteligentes, astutos y codiciosos.

—Nuestro imperio —dijo y miró a su acompañante.

—Nuestro es una palabra que puede englobar a muchas personas, ¿no crees?

—Solo de ambos.

—En vez de pensar en eso concéntrate en lo que vamos a idear. Me gusta hacer sufrir a la gente y me gusta más ver a los desgraciados doblegados a mis pies.

—Tan exigente como habitualmente —dijo con cierta gracia —. La próxima base será completamente tuya. Ya la estoy diseñando.

—¿De dónde vas a sacar el dinero? ¿Te recuerdo quién te lo quitó todo?

—Con tal de complacerte, de cualquier lado, es lo de menos. Dinero tendremos y mucho más que antes.

—Habla por ti, todavía conservo el mío.

—Que alguien de tu magnitud quiera estar a mi lado es un honor —hizo el intento de halagarla.

—No te creas tanto. Negocios son negocios, ni que te fuera a parir un par de mocosos asesinos.

El secreto de los CliffortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora