Capítulo CXXIV: Dueto clandestino

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JAYDEN

Movilicé a todos en la mansión, era una decisión difícil por el peligro que podíamos correr, especialmente por lo que había en juego.

Llegué bastante tarde, todo estaba en silencio y fui a ver a Valeria.

Sorpresa o no, Neru estaba con ella. Peinaba su cabello mientras la otra lloraba.

—¿Qué haces aquí? —pregunté a la única calmada.

—Primero de todo, buenas noches. Segundo, sí, muy bien, ¿y tú? Y tercero, no me hables así. La encontré a la hora de cenar y como nadie me la presentó yo misma lo hice y, como sé identificar cuando alguien lo necesita, estaba ayudándola. ¿Algo más o ya has acabado?

—No me hables así, ¿entendido? —elevó una ceja.

—Te hablo como me dé la gana —respondió — Además, en vez de ponerte como un ogro por estar aquí deberías de ayudarla a ella, no sé que le pase, pero lleva llorando desde que terminamos de cenar y no ha dicho nada.

—Sal —ordené.

—¿Por qué? Valeria no quiere que me vaya —miré a la mencionada —. Ella misma me dijo que todo el mundo la estaba ignorando y que yo no.

—Le pedí que se quedara —dijo con la voz entrecortada la que no había hablado.

—Ni siquiera la conoces —no confié —. No te metas en esto y vete a tu puta habitación, Neru.

—Pero... —la interrumpí.

Me hice a un lado y con un movimiento ladeado de cabeza dejé clara la orden.

Se levantó, dio un abrazo a Valeria, le dijo un "Sea lo que sea que te pase, estoy a tres habitaciones a la izquierda" y salió.

Cerré la puerta y la miré buscando ser paciente, lo que con ella siempre era difícil.

—No te quiero en esta habitación —hablé.

—Esa chica estaba desolada y cuando subí a hacerle compañía intentó cortarse las venas. No sé qué le pasa, pero no está bien y necesita ayuda y si se la puedo dar, cosa que estoy segura, no voy a quedarme de brazos cruzados.

—¿Necesitas que te lo repita o eres capaz de procesar lo que te he dicho? —me miró ofendida.

—¿Por qué la estás protegiendo así?

—No es a ella a quien estoy protegiendo.

—A mí desde luego te aseguro que no —puso una mano en su cintura para mostrar.

—Hazme caso por una maldita vez.

—No lo haré —Neru no quiso colaborar —. En este momento podría estar intentando suicidarse y tú discutiendo como un imbécil —se cruzó de brazos.

—Que hayas salido del hospital no me hará tener piedad de ti ni tan solo lástima.

—No la quiero ni la necesito —me miró seria —. Aunque supieras el motivo tu lástima no me serviría.

—Valeria es peligrosa y no sabes en qué te metes —advertí.

—¿Cómo va a ser peligrosa esa chica? —no me creyó — ¿La has visto? Está indefensa y muy asustada. Cuando me vio llegar casi le da un infarto porque se pensaba que la iba a atacar y matar, imagínate si tiene que estar traumatizada para pensar eso.

—A ti no hay como hacerte entender.

Me miró fijamente.

—Déjame adivinar —pensó unos segundos —, es esa ex de la que no me quisiste hablar y por eso la defiendes así —habló —. No eres así con nadie, así que apuesto mi mano y mi cuerpo entero a que es así.

El secreto de los CliffortWhere stories live. Discover now