Capítulos CVII: Duras verdades

443 145 46
                                    

NERU

Dejé todo lo que iba a revisar de la declaración de Tina.

Me equipé con lo necesario y me dispuse a salir.

Esquivar a la seguridad no era tarea difícil. Alguien tenía que decirle a Klaus que gastaba mucho dinero en la protección a una mansión en la que si te las ingeniabas podías salir a escondidas y entrar de la misma manera.

Las clases de conducción que mandé a la mierda me recordaron lo bien que va un auto y todas las necesidades que podía cubrir en ocasiones.

Salí por mi propio pie camino al hospital.

Era tarde, hacía frío y estaba oscuro. Nadie en su sano juicio lo haría, pero yo no era ese nadie.

Tardé bastante en llegar. Fui con paso apresurado y vigilando que nadie me siguiera. Ya de por sí estaba en problemas, la diferencia es que ahora este era mayor que todos los demás.

Podía solucionarlo todo, pero esto no. En esta situación estaba más sola que en las demás y lo que decidiera debía tenerlo muy claro.

No dudé en llamar al médico de la familia Cliffort. El viejo ese me iba a atender o le patearía la cara hasta el cansancio.

Las pruebas podían fallar, mis instintos no, en eso era buena. Llevaba varias semanas pensándolo como una idea descabellada que no quería comprobar y había acabado estrellada contra un gran muro.

Ven ahora, urge. No le digas a nadie que te he llamado —dije al doctor una vez contestó.

¿Está bien? ¿Le ha pasado algo malo, señorita?

—Nadie puede enterarse de que estoy en una consulta esperando —advertí.

Iré enseguida.

—Discreción.

—Sí, señorita.

Colgué la llamada y esperé impaciente en una consulta.

Alguna ventaja tenía que tener estar en un lugar elitista con una de las familias más importantes.

El jodido doctor tardó en venir. Cuando lo hizo no esperé ni un solo segundo para hablar.

—Necesito saber si estoy embarazada o la prueba me ha timado —dije yendo al punto.

Se lavó las manos y acomodó la ropa médica y no dijo nada.

—¿Hola? —llamé su atención.

—¿Ha mantenido relaciones sexuales en un periodo corto de tiempo?

—¿Qué te esperas que me pueda embarazar? ¿Un árbol? —hablé molesta — Esto es realmente importante y urgente. Nadie sabe que estoy aquí y no lo van a saber —advertí.

—Las pruebas de embarazo no siempre dan resultados correctos.

—Espero que este sea uno. Me puse un maldito DIU, usé condón y hasta tomé una pastilla. ¡No puedo tener tanta mala suerte! —me escandalicé.

—Quédese tranquila. Ahora lo comprobaremos.

No siempre había tomado esas precauciones, pero no esperaba que fuera de ese porcentaje a las que un DIU las traiciona de esta manera.

—Túmbese y deje su vientre al descubierto. Volveré con lo necesario.

Hice lo que dijo. No tenía más remedio.

No tardó en aparecer con un experto.

Preparó todo el material y a él mismo. Ni sus manos desinfectadas me daban confianza. Ya nada me la daba.

El secreto de los Cliffortحيث تعيش القصص. اكتشف الآن