Capítulo CVI: Resultado descubierto

453 151 57
                                    

DUSTIN

El retorno a clase parecía una burla ante una semana pacífica que seguramente jamás volvería a tener.

Entré al lugar que más odiaba y aburría a su vez.

Me dirigí a mi primera clase, encontrándome a pocas personas que no me cayeran bastante mal.

Mi día dio paso de manera eternamente pesada.

Para la única hora donde podía descansar, un individuo apareció delante de mí habiendo esquivado toda la seguridad que tenía este lugar.

—Pareces un niño rico —habló el único integrante de Tod del que conocíamos su identidad.

—¿Ahora también vas a hacerte mi amigo? ¿Ya te has cansado de tener dos amigas que intentan matarse?

—Eso es divertido y más cuando hay sangre de por medio —le restó importancia —. Estoy haciendo algo que no debería y todo por algo muy importante.

—Díselo a Jayden, a mí no me interesa. Estoy harto de ir por un laberinto sin salida.

—Eres listo, no te costaría tanto dar con nosotros si estuvieras centrado —elevé una ceja —. Hoy no estoy aquí por eso, estoy por algo que te va a interesar.

—No voy a aceptar nada. Si vas a matarme espera sentado, hay más gente deseando hacer lo mismo.

—Nadie debe saberlo y no debes separarte de ella —lo miré confuso.

—¿De quién hablamos?

—De la huérfana.

—¿Neru? —pregunté — ¿Qué tiene que ver en esto? ¿Saber qué?

—Intenté hablar con ella y me ignoró. Meredith lo mismo, es tu turno de ignorarme, solo que sabiendo algo importante.

—No has dicho nada que pueda salvar a nadie —dije.

—Haz lo que te digo y nadie saldrá herido.

—No me amenaces, no te tengo miedo.

—Que adorable eres, así no asustarías ni a un perro —se burló de manera directa de mí.

—Lo dice el que vive escondido.

—El que vive escondido te ha dicho lo más importante que hayas podido buscar o descubrir —dio unos pasos para alejarse —. Si no lo haces te vas a arrepentir. Las bombas terminan explotando y más si están en peligro —de lejos alguien me llamaba.

Me giré para llamar a Lars. El tipo de enfrente estaba loco y de eso ya conocía a muchos.

Como si toda una película de terror fuera, al volver a girar ya no estaba.

—Ahora se cree un fantasma —murmuré buscándolo con la mirada.

Lars apareció y detuve mi búsqueda en vano.

Falsch sabía algo que Neru y Meredith debían saber e ignoraron completamente. Para venir a mí debía ser algo importante.

Pero Tod daba mil pistas falsas que no llegaban a ningún lado y no se conectaban. Solo buscaban desorientarnos y lo hacían realmente bien.

—¿A quién buscas? —preguntó Lars.

—A nadie, vamos a dentro. Necesito recoger unas cosas de mi taquilla.

Sin entender o preguntar nada, me acompañó.

En mi taquilla encontré una hoja amarillenta doblada y la abrí.

Había cuatro números escritos en rojo: 2091.

Debajo un escrito del mismo color.

El orden no lo es todo.


El secreto de los CliffortWhere stories live. Discover now