Renacer con Talento en Naruto [1]

Capítulo 42 - Esquemas de Mizukage

Pasaron pocas semanas desde su misión de rescatar al príncipe y recibir un gran cheque de pago. Desde entonces, Konan practicó al menos tres horas en tessenjutsu y Rei generalmente estaba sentada allí, animándola mientras él entrenaba en algo o pensaba en focas... o simplemente miraba su cuerpo con los ojos.

¡Hacia adelante! Este no fue un día como ese. Hoy, Konan estaba solo cuando Rei regresaba de comprar más tinta de chakra para su fuinjutsu. Del tipo que era de alta calidad. Podría haber creado el suyo propio pero... ¿por qué molestarse cuando había una tienda para ello? ​​

Estaba dando la vuelta a la esquina cuando, de repente, un niño de seis años que agarraba con fuerza una barra de pan corrió directamente hacia él. Rei podría haber evadido, por supuesto, pero eso enviaría al niño a rodar por el suelo con algo de dolor. De esta manera, el chico solo se dejó caer sobre su trasero.

Rei notó la barra de pan en el suelo y suspiró. Estaba a punto de hablar con el niño todavía aturdido cuando un anciano con una cola de caballo de repente gritó.

"¡Ahí estás, ladrón!" El hombre se acercó al niño y lo agarró por el pelo corto y rojo mientras le daba un buen latigazo, sin escuchar los gemidos del niño.

El anciano luego arrojó al niño al barro, moviendo su cola de caballo con disgusto. Rei pudo ver al chico alcanzar el pan cubierto de lodo mientras sus ojos lo observaban desesperadamente e intensamente con hambre. El anciano resopló y tomó el pan antes de que el niño pudiera alcanzarlo.

"Eso no es tuyo. ¡Alégrate de que no te denunciaré por robar!" Él carraspeó y se alejó con un resoplido.

Rei observó, algo desconcertada.

¿Desde cuándo Kirigakure obtuvo su propio 'Naruto'? ... Pensó al ver el desprecio en los ojos de la gente que pasaba.

Mientras Rei reflexionaba al respecto, el niño se sentó, sollozando. Rei podía escuchar el fuerte gruñido de su estómago y se dio cuenta de que debían haber pasado días desde que el chico comió. Con un suspiro, tomó al niño por el cuello de su ropa hecha jirones y lo puso de pie.

"Bueno... choqué contigo, haciendo que te atraparan. Ah..." Rei agitó la mano de un lado a otro, tratando de disuadir la mirada temerosa que el chico le dirigió al ver el hitai-ate. "Al menos puedo comprarte el almuerzo por eso". Rei sonrió. "Vamos..."

Se fue, arrastrando al niño desconcertado por el brazo.

...

Rei vio como el niño se atiborraba de comida. Se rascó torpemente la mejilla.

¿No le dan de comer o algo así? ... El se preguntó.

"Oye, niño, eres huérfano, ¿verdad?" preguntó Rei mientras lo miraba lamer el plato.

El chico miró hacia abajo avergonzado y asintió.

"¿No te dan de comer allí?"

El niño parecía un ciervo a la luz de los faros y cerró los ojos con miedo, temblando en su asiento pero no respondió.

"Ah, lo que sea. Come hasta saciarte". Rei solo se encogió de hombros. Konan estaba entrenando así que no tenía nada mejor que hacer. Un poco de caridad no vendría mal, ¿verdad?

Rei se quedó allí sentada, observando al niño hasta que finalmente dejó de comer.

"G-gracias". Una voz muy suave entró en los oídos de Rei. Sonrió y alborotó el cabello del chico.

"¡Jaja, así que puedes hablar, después de todo!" Él asintió y luego miró seriamente al chico.

Magullado. Desnutrido. Mejillas hundidas. Cabello castaño opaco. Pálido como un fantasma. Ropa sucia andrajosa...