Renacer con Talento en Naruto [1]

Capítulo 115 - Northern Shores 5 y Tesoro de Kirigakure

El Tercer Mizukage solo podía desesperarse mientras el mundo se ralentizaba a su alrededor y, a pesar de sus intentos hercúleos de moverse lo suficientemente rápido, solo podía ver cómo el bastón del Tercer Hokage se acercaba a la cabeza de su amante, Himeno, sin que ella lo supiera mientras se enfrentaba al ninja pelirrojo de Konoha. , jadeando y exhausta, demasiado distraída por su propia lucha para mirar a su alrededor.

'¡No!' Gritó mentalmente con los ojos muy abiertos, incapaz de hacer nada para salvar a Himeno cuando el bastón del Tercer Hokage impactó su cabeza por detrás. La cabeza de Himeno se derrumbó por la fuerza, enviando su cuerpo al suelo, doblándose como un papel y el Tercer Mizukage no pudo evitar congelarse en seco, repitiendo mentalmente 'no' mientras se negaba a creer lo que acababa de pasar. ​​

Himeno... el amor de su vida, estaba muerto.

El Tercer Mizukage no pudo evitar aspirar el aire frío que impregnaba los alrededores, apretando sus manos en puños con tanta fuerza que la sangre comenzó a caer al suelo. Todavía estaba conmocionado por la vista del cuerpo colapsado y deformado de Himeno, notando despreocupadamente que el ninja pelirrojo estaba horrorizado mirando la escena de una manera bastante similar a él.

El mundo se detuvo cuando el arrepentimiento se hinchó en el corazón del Mizukage y su mirada se convirtió lentamente en una mirada furiosa llena de odio profundamente arraigado perforando la taza sombríamente satisfecha del Tercer Hokage quien escupió una bola de fuego sobre el cuerpo de Himeno, quemándolo hasta convertirlo en cenizas, para agregar. un insulto a una herida.

La guerra entre Konoha y Kiri había terminado. Ambos hombres lo sabían, sin importar cuánto uno de ellos quisiera admitirlo. El Hokage no usó la distracción momentánea del Mizukage y para matarlo. Solo observó y esperó, con la esperanza de que la muerte de la mujer que el Mizukage amaba claramente fuera lo suficientemente impactante como para una retirada completa, pero no lo suficiente como para hacer que un hombre que era un Kage, y sabía lo que eso implicaba, decidiera salir con una última explosión. en un acto de venganza.

El Mizukage no quería nada más que hacer pedazos al viejo mono arrugado y clavarle el maldito bastón bo en el trasero, pero... estaba perdiendo hombres lentamente. Konoha podría haber sido superado en número, pero claramente trajeron solo lo mejor de sus luchadores para enfrentarse a las fuerzas de Kiri. Esta expedición fue un fracaso y él lo sabía. Si continuaba, solo pondría en peligro a Kiri aún más y no podía permitirlo.

A regañadientes, el Mizukage arrojó un kunai con una etiqueta de sello especial adherida hacia el cielo donde estalló en una esfera roja muy brillante, demorándose entre la nube mientras declaraba la orden de retirada para las fuerzas de Kiri.

Con una última mirada llena de lágrimas, el Mizukage corrió hacia la orilla, maldiciendo y culpándose por la muerte de Himeno.

La batalla de Northern Shores terminó.

...

Mientras que los ejércitos de Konoha y Kiri se enfrentaron en las costas del norte de la Tierra del Fuego. Rei tenía otros planes.

"Es espeluznante lo vacía que está la aldea...", murmuró Mei mientras sus ojos estaban bien cerrados y sus sentidos monitoreaban diligentemente a las personas en la Aldea Oculta en la Niebla a través de una densa nube de vapor blanco similar a una niebla inofensiva que ella creó. No muy diferente a su hirviendo, Mei era completamente capaz de sentir a todos dentro de él.

"Bueno, la mayoría de los ninjas están en el frente de Kumo como una distracción o como parte de la invasión a la Tierra del Fuego. Es por eso que ahora es el mejor momento para hacer esto". Rei se encogió de hombros cuando sus ojos recorrieron un sello mientras estaba en el proceso de alterarlo de tal manera que no lo atacara y nadie notara su intrusión.

Rei y Mei se encontraban actualmente frente al edificio más vigilado del pueblo. La sede de Kiri ANBU, más específicamente su tesorería. Ahora que el pueblo estaba casi vacío, Rei finalmente decidió revisar el lugar ya que casi no había peligro de ser descubierto mientras noqueara a los guardias y usara a Mei para crear una pequeña perturbación con su vapor. Sin mencionar que Mei fue un sensor increíble con él.

Los guardias ANBU que se suponía que debían proteger el lugar eran veinte y todos se acostaron en el suelo después de que Rei los atacó furtivamente con sus hilos de chakra y los dejó inconscientes con chakra de iluminación a través de ellos.

Aunque Rei estaba bastante contenta. Normalmente habría al menos cien ANBU patrullando el lugar y cada pocos minutos, un ANBU nuevo, uno que no fuera parte de los cien, caminaría alrededor, por si acaso. Realmente era el lugar mejor protegido del pueblo ya que incluso los Kage no tenían tal protección. Entrar sin alarmar a todo el pueblo era casi imposible durante los tiempos normales, pero ahora que más del sesenta por ciento de la población ninja estaba fuera... los cien guardias ANBU se redujeron a solo veinte y en lugar de cada pocos minutos, tomó al menos tres horas para que un ANBU que no forma parte de los guardias pase caminando. Era la mejor oportunidad para que Rei entrara discretamente.

"Aaaay listo." Rei sonrió cuando el sello brilló un poco antes de regresar a la normalidad. Se volvió hacia Mei y asintió con la cabeza. "Espera aquí y avísame si alguien se acerca. Sería infinitamente más cómodo si no nos atrapan tratando de robar las cosas más preciadas que posee Kirigakure". Al ver a Mei asentir, entró en la habitación que contenía las cosas más preciosas de toda la Tierra del Agua.

Pasaron treinta minutos con Rei hojeando las cosas almacenadas allí, su rostro se estropeó con un enorme ceño fruncido mientras sus ojos temblaban.

"Basura, inútil, malo, basura, inutili-, no, espera, eso podría funcionar... pero no tengo ningún interés en un patito de goma explosivo del tamaño de un caballo. En serio, ¿quién hizo esa cosa?" Rei murmuró mientras sus labios se transformaban en un profundo ceño fruncido. "¿Por qué diablos la mayoría de estas cosas son tan inútiles? ... ¿Pergaminos de Jutsu de rango S? ¿Pergaminos con conocimiento de sellado? ¿Pergaminos de invocación? ¿Desodorante venenoso? ¡Todo esto no lo necesito!" Rei estaba frustrado. Claro, los pergaminos estaban escondidos en su dimensión de almacenamiento, pero en realidad no los necesitaba. Eran principalmente para su futuro esfuerzo más que para él o sus hijas. En general, no estaba muy contento con lo que encontró en el mejor tesoro de Kirigakure.

Rei casi se da por vencido a medida que avanzaba en la habitación, sin encontrar nada inmediatamente útil cuando de repente se detuvo y miró un pequeño frasco marrón sin pretensiones que parecía lo más normal posible. No tenía olor especial. Sin apariencia especial. Sin firma de chakra especial. Es seguro decir que incluso un ninja de alto rango encontraría que es solo un frasco normal.

Sin embargo, no es un maestro del sello.

Los labios de Rei se abrieron en una sonrisa alegre cuando finalmente encontró algo que valía la pena. Algo que fue una gran parte de la razón por la que todavía se quedó en el Kiri.

"Durante años, estuve buscándote..." Sus ojos se demoraron hambrientos en el frasco con un brillo excitado. "Y aunque probablemente no te despiertes debido a los sellos en el frasco. Encantado de conocerte... Saiken".