Príncipe Mehmed. (Gay)

"El Camino De Alá" (2x03)

Iskender.

Los soldados aún apuntaban a Erkan y Burak en el suelo. Iskender estaba molesto por lo que ocurría, eran sus hermanos, y los estaban tratando como viles ladrones. Había exigido que se retiraran y los liberaran, pero ellos solo seguían las órdenes del príncipe Mehmed, era quien mayor rango tenía en el lugar.

Gokhan había aparecido. Estaba de pie junto al príncipe Mehmed y miraba a Iskender de reojo.

   –Que ellos sean mayores que tú. —Mehmed comenzó a hablar. –No significa que sean más listos. ¿Por qué creerían que esto es suficiente?

Había arrancado la pequeña bolsa de monedas desde el cinturón del hermano de Iskender. Miraba con desprecio la bolsa mientras la sacudía con dos dedos. Se estaba burlando de las intenciones de liberar a Iskender.

Bajó su cabeza en silencio, el príncipe lo estaba humillando.

   –No hay necesidad de tanta crueldad, príncipe. —Iskender habló con tristeza.

   –No me hagas hablar sobre lo cruel que has sido con mi hermana. ¿Reconoces eso? —Le preguntó Mehmed a Iskender. Se quedó callado por unos segundos.

   –Claro que no. No puedo reconocer una crueldad que no existe. —Respondió finalmente.

   –Entonces, ahí tienes tu respuesta.

Los hermanos de iskender salieron esa semana del secuestro, su madre lloró tres días seguidos en la cama y ellos decidieron salir tras él. Llegaron el dia 20 al palacio.
El grupo de soldados sigue apuntando a mis hermanos como si de ladrones se tratara.

Bajo la cabeza y me mantengo fijo en el piso.
–Por favor Príncipe... No sea cruel con nosotros... —Digo apenado. Él se acerca a mí.

–¿Y tú no haz sido cruel con mi hermana?

Levanto la mirada, quedando de frente a los finos y delgados detalles de su rostro, y en silencio los aprecio. Tengo a una distancia muy corta la suavidad de su piel y sus gruesos labios que a segundos se contraen con molestia, sus delgadas cejas y gruesas pestañas, tengo su mirada sobre mí y veo su boca modular pero estoy realmente imposibilitado de oírlo. Solo somos él y yo, y también su fino rostro.

Trago saliva e intento ordenar mis pensamientos para descifrar los comentarios de Mi Príncipe.

–¡Cállate desgraciado! —Grita Erkan. –¡No vas a evitar que hablemos con nuestro Sultán!

–¡Haz silencio! —Les grita Mehmed a toda voz. –¡Vuelve a decir una palabra y morirás!

–¡No te atreverías a tocar a los hermanos de mi esposo, Mehmed! –Ayse entra en escena con una mano en alto. –¡Todos bajen sus espadas, ahora ya! –Camina hacia mis hermanos. –Pueden ponerse de pie, mi Madre la Sultana Kösem los está esperando. ¡Ya oyeron, mi Madre los recibirá, escóltenlos a la entrada del Palacio!

Mehmed mira furioso a su hermana y le cuestiona sus palabras. Murad y Bayezid están uno junto al otro con temor y los Jenízaros enfundan sus espadas.

Una vez ya en los Aposentos de la Sultana Kösem.
Está sentada con un largo vestido verde y pedrerías rojas, totalmente inmóvil viendo sobre la mesa la bolsa con monedas de oro con las que mis hermanos planean comprar mi libertad.