Príncipe Mehmed. (Gay)

"Evitar El Destino" (2x09)

Iskender.

Mehmed y yo nos observamos en silencio.
Él en un lado del pequeño cuarto y yo en el otro extremo con la luna en la mitad de nuestro cielo.

   –Noto que haz crecido Iskender. —Sonríe apenas. Con la vista perdida en algún rincón o algún objeto que no tengo ánimo de identificar.

   –Claro, han pasado muchas cosas desde que llegué a este Palacio. —Suspiro y cierro mis ojos con resignación. –Escucha Mehmed, yo necesito que confíes plenamente en mí.
—Inclina su cabeza a modo de no entendimiento. –¿Creer que puedes hacerlo?

   –Por supuesto que si Aga, ya nunca más nadie te separará de mi lado, te doy mi palabra.

   –Todo lo que acabo de contarte, sucedió dentro de este Palacio, esas personas quisieron alejarnos por que saben que juntos somos más fuertes. —Asiente con la cabeza y me observa fijo. –Pero yo no te he dicho sus nombres aún.

   –Me estoy asustando. —Pongo mi mano en la suya para intentar darle calma. –Temo de los nombres que vayas a mencionar, ¿Quienes dentro de este Palacio planearían lastimar a mi Madre y a mi Padre? Casi todos los que aquí vivimos... Son mi familia...

   –Ellos son Gokhan, junto con Dilruba, y también tu bis abuela Safiye. —Abre los ojos sorprendido, retiro mi mano. –Gokhan es un traidor y hay que deshacernos de él. Me amenazaron con que él te asesinaría apenas les dieran la orden, yo hablé con Safiye y ella confesó todo en mi propia cara.

   –Entonces si sabes todo esto, ¿Por qué no fuiste con mis Padres?

   –¿Ellos me creerían después de todo lo sucedido con Ayse, Meleksima y Osmán?

   –Ah... Tienes razón. Pues es una historia difícil de creer.

   –¿Pero tu me crees verdad? —Levanto mis cejas y doy un largo suspiro.

   –Claro que si, toda mi confianza está depositada en ti. —Sonríe mostrando sus blancos y alineados dientes. Sus ojos reflejan un brillo diferente y también la calidez de su rostro.

   –Llevo todo este tiempo intentando salvarte Mehmed, pero colapsé, no doy para más con tantas personas atacándome.

   –Y hasta hace unos momentos... Yo era uno de ellos. Lo siento tanto. —Le sonrío a modo de aprobación, entendiendo que él se arrepiente, nos acercamos al centro del cuarto.
–¿Entonces todo fue una mentira de ellos? ¿Nunca...?

–¿Nunca qué?

–¿Nunca viste a Meleksima con los ojos que me dijeron?

–No, yo jamás lo haría. —Digo seguro y serio.

Camina a pasos lentos y se posiciona detrás mío, volteo siguiéndolo para verlo de frente.

–Iskender, yo necesito pedirte algo... Necesito que evitemos hacer sufrir a Ayse, ella te quiere y mucho. —Doy un paso hacia él.

–¿De qué me hablas Mehmed?

–Te digo que no vuelvas a repetir lo que hiciste con Gokhan en la arbo... —Levanto ambas manos para silenciarlo. Cierro mis ojos y me volteo hacia la ventana. –Lo siento, no fue mi intención ofenderte, pero te pido que no lo hagas otra vez.

–Eso que viste no fue mutuo... Fue él quien se acercó a mí, él estaba mal y yo... Solo lo estaba conteniendo.

La mirada de Mehmed transmite que cree lo que le digo. Me limito a no darle más explicaciones ni sobrecargar la conversación sobre Gokhan.

Todo lo que le he dicho a mi Príncipe esta noche viene desde lo más profundo y sincero de mi corazón. Ellos sabrán que juntos somos más fuertes, seremos imparables e invencibles.

Uniremos nuestro coraje, su sabiduría y mi valentía para lograr por fin desenmascarar a esas personas que él considera su familia, y lamentablemente su hermano Osmán está de su lado.

Decidí omitir el nombre del Príncipe, para evitar más conflictos entre ellos, conozco a Mehmed y él jamás se controlaría y se entera que Osmán es parte de todo esto, nada bueno saldría de ahí.
Sin embargo la rivalidad entre ellos continuará siempre, ninguno de los dos está dispuesto a ceder.

Nadie en este Palacio, más que yo, apoya a Mehmed, prefieren que ascienda al trono el Príncipe Mustafá o el Príncipe Osmán antes que Mehmed. Pero ellos no saben lo que vale, no tienen ni idea de el buen corazón que Mehmed oculta tras su mal carácter y sus arrebatos. Todos aquellos ataques, más que por ser un Príncipe, es por ser hijo de quien es, de la Sultana Kösem.

Pero temo, que lamentablemente ni ella, ni el Sultán, puedan protegerlo aun que ellos lo juren con sus vidas de por medio, ya que todas esas víboras atacarán aun que el mismo Sultán se interponga.

Que Alá le dé una larga y saludable vida a Ahmed, nadie está en condiciones de soportar su muerte, sería un terrible destino para este Palacio y todos los que pertenecemos al Harén.

Ya de regreso en los pasillos del Palacio Mehmed decidió ir a dormir, él me dijo que en base a posición de las estrellas, ya pronto estaría por salir el Sol y que él lo ha estado estudiando.
Y no lo dudo, en su tiempo libre intenta entrenar y leer para superar a Osmán, aun que es difícil que lo haga, le sirve para superarse a sí mismo.

Las sábanas están tibias y Ayse duerme aún, su respiración es lenta y suave, y sus cabellos caen sobre la almohada como si se tratara de un ángel descansando.

   –Te debo tanto Ayse... —Susurro. Me acerco a su frente y le dejo un beso. Ella entreabre sus ojos.

   –¿Iskender? ¿Donde estabas? —Pregunta aún muy dormida.

   –Cierra tus ojos, aún queda de noche hasta el amanecer. —Me recuesto con cautela a su lado y al darle la espalda ella se abraza fuertemente a mi. –Que descanses cariño.

   –Tú también, amor. —Responde cálida y cómoda.

Ayse siempre tan protectora y leal.
A estas alturas puedo decir duramente que el matrimonio que llevamos, ella lo ha tomado bastante en serio, y aun que hay mucho cariño de por medio, es inevitable el rechazo que me provoca escucharla tratarme como un esposo de verdad, ella y yo somos amigos, somos muy buenos amigos, pero nunca podría tener hijos con ella o ir más allá de solo dormir juntos en nuestros Aposentos.

Es una idea que ha estado pasando por mi mente y que me inquieta bastante.
Espero que Ayse entienda esta situación sin que yo deba decírselo, nunca planearía lastimarla.

Lo que más deseo es que ella jamás nos de la espalda a Mehmed y a mí, prontamente se vienen duras batallas en contra de su familia, y de todo corazón espero que esté de nuestro lado.