Príncipe Mehmed. (Gay)

"Luz De Esperanza" (6x02)

Príncipe Mehmed.

Los ojos de Meleksima se posan en mi Madre como si se tratase de una esclava más. Esta mujer no siente respeto ni por la Gran Sultana de este Palacio. Mi Madre tiene el cariño de todo su Pueblo y también de los Jenízaros, eso ya se ha demostrado antes, y aún así esta recogida no se digna a bajar la cabeza para saludarla.

–Hola Kösem, ¿Cómo estás?

–Tenemos que hablar. —Le responde ignorando su petulancia.

Me indican que salga del lugar y acato la orden, asomándome por el portal hacia el Jardín Imperial. Creo que no tengo la certeza de qué planea hacer la Sultana Kösem en este caso.

La angustia me carcome desde el interior queriendo que su conversación acabe luego para rescatar a Iskender.

Tras dar muchas vueltas en círculo pasando sobre el césped y junto a los árboles la curiosidad me me domina y regreso al lugar con intención de escuchar la conversación. Apego mi oído a la gruesa puerta de madera y me concentro en entender.

–Ya deja en paz a toda mi familia. —Escucho la voz de mi Madre.

–Ya te dije qué es lo que quiero, Sultana Kösem.

–¿Si lo hago vas a liberar a Iskender?

–Él está libre por el sendero, dentro de una caja, pero libre de irse, es solo que la caja se abre desde fuera y ustedes tienen la misión de hacerlo. El tiempo corre Sultana.

Le permito a mis impulsos apoderarse de mis acciones, y es así mismo que abro las puertas con tal coraje y me adentro para suplicarle a Meleksima.

–¡Por favor! Ya deja de burlarte de nosotros y dinos dónde está.

Ambas se quedan viéndome sin decir una sola palabra. Mi Madre baja la cabeza y finalmente habla.

–Meleksima escucha... —La mira a los ojos y luego me mira. –Me iré de este Palacio y te daré todo mi tesoro privado, pero dinos dónde hallar a Tarkan.

Miro a mi Madre totalmente estupefacto y confundido. Intento decir palabras pero ella me silencia con sus ojos.

–¿Qué dices? ¿La Gran Sultana Kösem lo perderá todo? ¿Y solo por un Aga? ¿Por Tarkan? Algo extraño sucede aquí, no crean que me convencen.

–Mi hija la Sultana Ayse está embarazada de él, ¿Permitirás que mi nieto crezca sin su Padre? Además cuando yo era niña, la Sultana Safiye asesinó a mi Padre de una forma similar, y yo no alcancé a llegar a sus brazos para darle el antídoto, jamás pude perdonarme, ni tampoco a ella, no permitiré que mi hijo repita mi historia.

–Lo del embarazo ya lo sabía, Mehmed me lo dijo, aun que casi logran convencerme, me interesa más lo de tu tesoro privado, ¿Me lo darás completo y te marcharás al Antiguo Palacio?

Mi Madre y yo intercambiamos miradas.

–Lo haré. —Responde apenada.

–¿Cómo sé que puedo confiar?

–Yo soy una Sultana, soy una mujer justa y de palabra.

–De acuerdo, pero todo esto quedará alejado de los oídos del Sultán Osmán, enviaré a mis hombres de confianza a buscar el tesoro al lugar que tú me indiques, iremos juntas.

–¿Y Tarkan?

–Oh, lo olvidaba. —De su manga saca un frasco pequeño. –Dale esto para que se recupere pronto, uno de mis hombres te llevará hasta él, mientras nosotras cumplimos la otra parte de el acuerdo.