"Juramento De Hermandad" (8x05)

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Bulent Aga.

Una vez fuera de las oscuras y húmedas cavernas de la gigantesca montaña, caminamos lo suficiente para alejarnos de ella y verla del tamaño de mi dedo pulgar.

El Sol se esconde lentamente. Nos sentamos debajo de un árbol de manzanas, junto al río que cruza el valle.

Derrick se acurruca contra un hueco en el tronco que justo da el espacio para el cuerpo de un joven como él. Bekir trae pequeñas ramas y las pone debajo de el césped arrancado que acumuló, simulando una almohada. Volkan se apega a él de espaldas y yo caliento mis manos en la fogata.

Un viento helado, que congelaba hasta los huesos, se había levantado durante la tarde. Ubicamos la fogata de forma estratégica. El cansancio finalmente nos derrotó, haciendo que cayeran dormidos uno a uno, siendo protegidos por el tronco del frío.

   –Mi madre, dijo que esos vientos, indican la llegada del invierno. —Susurra Bekir. Volkan se encuentra dormido detrás de él. –¿Sientes la brisa helada?

   –Claro que la siento, por algo ubicamos la fogata de este lado del árbol, para que el viento no la apagase. —Le respondo en tono bajo.

   –No, no, no. —Dice molesto sin levantar la voz. –Hablo de la brisa, del ambiente.

   –¿Qué no se supone que es lo mismo? Viento, brisa.

   –El frío viene desde el suelo, debajo de la tierra, y también del Cielo, sobre nosotros. —Dice viendo las nubes apenas distinguibles por la oscuridad. –Estamos en la intemperie, y sin camisas, ninguno, y no se si lo notaste, pero yo perdí mis zapatos en el derrumbe, solo tengo estos pantalones de esa delgada telilla.

   –¿Estás a punto de decir un comentario pesimista? Mejor ahórratelo Bekir.

Se queda viéndome en silencio y desplaza su mirada hacia la tierra. Da un suspiro pesado.

   –¿Crees que lo logremos? —Pregunta finalmente.

   –¿Lograr qué?

   –Sobrevivir. ¿Crees que vivamos?

Puedo notar en su joven e infantil mirada la inseguridad, el terror, la soledad. Esas ojeras negras bajo sus ojos, en su piel pálida, esa mirada de trauma en alguien que sobrevivió a la muerte más de una vez.

   –Sobreviviremos, todos juntos, todos nosotros, tienes mi palabra Bekir, yo los protegeré a todos en cada una de las situaciones de riesgo que podamos encontrar más adelante.

Volkan se voltea y apoya su mentón en el brazo de Bekir.

   –Que conmovedor chicos, ¿Quieren dormirse ya?
Dice con los ojos cerrados. Le hago un gesto a Bekir para que duerma de una vez.

   –Yo haré la primera guardia, duerman lo más que puedan.



Abro los ojos lentamente, sintiendo los rayos del Sol en mi cara, y mis piernas y brazos entumecidos por la incómoda posición en la que me quedé dormido.

Derrick y Volkan se bañan en el río mientras sus pantalones se secan colgados de una rama. Bekir está sentado junto a mí.

   –Buenos días. —Me saluda. –Desperté poco antes del amanecer y te habías rendido al sueño, te dejé dormir y continué la guardia en tu lugar.

Príncipe Mehmed. (Gay)Where stories live. Discover now