"Tropas Del Estado" (5x05)

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Tarkan Iskender Aga.

Ayse se abraza de mi cuello luego de que las curanderas acabaran su trabajo de prisa por la presión de su mirada.

Doy gracias a Alá que continúas con vida, no me canso de repetirlo.

Esa misma frase la ha dicho decenas de veces.
Ayse regañó a la curandera más de una vez por mi dolor, eso me obligó a quedarme callado cada vez que me dolía.

Todo lo que sucedió en la entrada al Palacio se lo conté a la Sultana Kösem mientras viajábamos en el barco, quien no podía creerlo y solo quedó boquiabierta.

Debo hablar con el consejo de los Pasha lo más rápido posible, no puedo entrar al Palacio pero ellos pueden hacer un espacio de diálogo para ganar tiempo. —Dice pensativa.

Descansa querido Iskender, debemos hablar mi Madre y yo. —Ayse se despide.

Ambas se retiran, cerrando las puertas y apagando las velas. La oscuridad rodea la habitación parte por parte haciéndome asumir que el atardecer ya ocultaba los últimos rayos de luz del Sol que entraban a través de las cortinas.
Me hace sentir en paz, de cierto modo, mis párpados se hacen cada vez más pesados y puedo sentir cómo el sueño me vence.


Abro mis ojos con el corazón acelerado, me incorporo en la cama asustado mientras escucho gritos de auxilio. Las manos me tiemblan y mi respiración está agitada. Puedo sentir mi pecho a punto de reventar por causa de mi corazón.

Me acerco a la puerta y alcanzo a esquivarla cuando la abren de golpe. Me escondo detrás de ella conteniendo la respiración.

Ésta está vacía. —Dicen los guardias. –¡Ya vámonos de aquí, no queda nadie por asesinar, y cierren bien aquellas puertas!

Fue un instinto haberme ocultado de ellos, no tenía motivos para hacerlo, sin embargo ahora mismo si los tengo, y de sobra.

Aguardo unos minutos hasta que todos los pasillos están en silencio. Cuando nuevamente escucho gritos desde uno de los cuartos del nivel superior.

Salgo al corredor principal, sin poder creer la cantidad de Agas y concubinas muertas en el suelo.

Volteó rápidamente para dirigirme a las escaleras y choco de frente con alguien, soltando un grito de terror, pero siendo ahogado por una mano en mi boca.
Es la Sultana Humasha.

¿Sultana? ¿Qué hace usted aquí?

–Oh por Alá, Iskender, ¿Te encuentras bien?
Dice mirando mis heridas. –Ha ocurrido una matanza. Dime dónde está Kösem.

–No lo sé, Sultana, acabo de despertar en la sala de médicos. No entiendo qué sucede.

Caminamos escalera arriba.

–Iskender, escúchame bien, por favor. —Dice seria y se acerca a mi rostro. –La Sultana Halime ordenó ejecutar a todos los Príncipes, es por eso que vine por Kösem.

Me alejo unos pasos de ella aterrorizado y cubriendo mi boca.

Sultana, busque a la Sultana Kösem y a Ayse, nos veremos en el Jardín Imperial de la Torre de la Justicia.

Príncipe Mehmed. (Gay)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora