"Atentado Contra El Sultán" (3x22)

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Príncipe Mehmed.

Si tuviese la oportunidad de hablar directamente con Alá, lo primero que le preguntaría es el por qué, de que la paz, tranquilidad y armonía en este Palacio, siempre sean tan poco duraderos.

Nos encontrábamos en el Harén, las concubinas bailaban coordinadas siendo acompañadas por el ritmo de los instrumentos de los músicos, pero todo se silenció amargamente.

Unos Agas pasaron corriendo de prisa por fuera de las puertas y un grito se escuchó.

Hatchi Aga se acercó velozmente a las puertas y Jennet Kalfa regresó, Eycan Hatun tomó unas cosas y también huyó.

   –¿Qué sucede Eycan? —Pregunto alterado.

   –¡Principe, acaban de intentar envenenar a nuestro Sultán! Es lo único que sé.

Ella desaparece por la puerta.

   –Desgraciados, dónde estará Iskender. —Digo al aire.

Esquivo a las concubinas intentando llegar hasta la puerta y me tropiezo en el camino, Jennet me levanta y me sigue hasta un pasillo con escalera, nos detenemos debajo de ellas.

   –Intentaron envenenar a tu Padre, debes ir a ver a tu Madre la Sultana Kösem pero ahora mismo, todo el Palacio es un alboroto, se rumorea que él falleció y eso hizo que todo fuese un caos.

   –¡Envenenado! Pero acabas de decir que lo intentaron envenenar, ¿Como podría estar muerto?

   –¡Yo no sé si lo está! Tu Madre es la única que puede decirlo, ¡Ya vete!

Dejo detrás a Jennet y avanzo a gran velocidad por las decenas de pasillos intentando llegar lo más pronto posible a la zona de los Aposentos esquivando a todos en mi camino.

Finalmente logro llegar hasta donde se encuentran mis Padres y abro las puertas con fuerza, para luego cerrarlas tras de mi.
Mi Padre el Sultán está sentado en su cama y mi Madre llora junto a la puerta del balcón.

   –No es un buen momento Mehmed, regresa a tus Aposentos. —Dice mi Madre tajantemente.

   –Pero Madre, hay un escándalo horrible ahí fuera, me dijeron que algo terrible había sucedido.

   –Asi es hijo mío, hoy fuimos traicionados, intentaron envenenar a tu Padre. Le dió de su medicina a un Aga de limpieza y cayó muerto luego de unos minutos, por suerte su Majestad no bebió antes.

   –¡Desgraciados! Ojalá se vayan directo al infierno.

   –El Gran Maestro bebió también pero no han podido dar con su paradero.

   –¿Por qué Alá nos complica tanto todo?

   –Basta Mehmed. —Mi Madre llora. –Esto es culpa mía, esto es mi culpa, tuve intención de arreglar las cosas y solo las empeoré.

   –Madre, no te sientas mal, hiciste lo mejor que pudiste.

   –¡Quiero que encarcelen a ese maldito Aga enseguida! ¡Intentó envenenarme! —Mi Padre grita furioso.

Príncipe Mehmed. (Gay)Where stories live. Discover now