"La Soledad De Mehmed" (7x01)

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Príncipe Mehmed.

Las semanas más solitarias y dolorosas de mi vida. De toda mi vida. Todo se convirtió en algo tortuoso. Todo es lento y la vida pareciera ser eterna.
La ausencia de mi Tarkan Iskender se ha notado en el Palacio. Al menos yo si la he notado.
Lo estuve llorando desconsolado por días enteros, fue tan duro para mi despedirnos de esa manera.
Los golpes de Berker me habian dejado muy débil y me sentía desorientado y aturdido. Tal vez pude hacer que las cosas pasaran diferente.

La historia sobre Berker Aga y el asesinato de Tarkan, fue creído por todos. Eren aportó bastante como testigo. Bulent se liberó totalmente de los abusos que él y Ruzgar recibían de Berker y sus amigos, aquellos muchachos que acosaban de forma tan brutal y eran amigos de ese traidor del estado, fueron ejecutados dos días después del incidente en la cabaña de la colina por orden del Sultán Osmán.

Iskender partió rumbo hacia quien sabe donde, en dirección a las montañas. Él estando de espalda a nosotros es lo último que recuerdo de él.

Mi Madre aún vive en el Antiguo Palacio. Osmán es Sultán y Meleksima su esposa. Ayse vive en Egipto. Dilruba y Halime viven en el Palacio de Lágrimas junto a Safiye también. Gokhan y su hermano Berker se encuentran bajo tierra. Tarkan jamás logró concretar la venganza que tanto ansiaba, la vida simplemente se encargó de desviar nuestros caminos de nuestros motivos de un comienzo. Tal vez Alá se encargará que paguen por sus acciones.

Nuestra historia, toda nuestra historia, ¿Habrá valido la pena? Todo nuestro esfuerzo, ¿Así es como las cosas debieron acabar?

La soledad de mi Aposento me perturba cada noche, el silencio extremo es desolador, ya nadie me visita, Murad y Bayezid estudian y entrenan todo el día, ya no es como antes que se la pasaban rondando por el Palacio, mis hermanas, las pequeñas Fatma y Gevherhan inician sus estudios básicos de historia otomana y bordados. Ibrahim y Kasim son cuidados en sus respectivos Aposentos.

En el fondo de lo que pienso, es que cada uno de ellos ha continuado su vida tal cual siempre ha sido. Pero en mi soledad por estar sin Iskender, me ha permitido apreciar el ritmo de su crecimiento y de sus vivencias. Regresé a mi anterior vida, antes de Iskender.

Supe que el pequeño Bulent fue transferido a un Cuartel lejos de la capital, le concedieron la autorización luego de todo su testimonio, recibió felicitaciones por su valentía. Esperando que su vida mejore y logre olvidar su pasado tormentoso en que fue reclutado a la fuerza para ser Aspirante, luego ser violentamente abusado durante meses, y perder a sus compañeros de vida, a Yigit, quien no merecía acabar así, y a Ruzgar, quien estoy seguro que hubiese guardado nuestro secreto, así como Yigit y Bulent lo hicieron, pero las cosas sucedieron muy rápido.

Eren fue el único que ha permanecido en la Capital, pero vivió tanta tensión durante el juicio y los testimonios, que no lo he visitado en un largo tiempo, no he querido estorbar su paz.

Las heridas de mi rostro causadas por el ataque de Berker ya han sanado, pero no del todo. Aún cojeo de una pierna y me tiembla un brazo por las noches.

¿Dónde se encontrará Iskender luego de tanto tiempo? ¿Pensará en mí? ¿Recordará nuestra historia? Esas preguntas no me dejan dormir por las noches. Ruedo y ruedo en mi cama, de una esquina a otra, y finalmente me duermo de tanto llorar y abrazar mis almohadas intentando dejar mi soledad.

Me levanto por las mañanas sintiendo que no tengo un motivo de vida, así me he sentido las últimas cuatro semanas, pues eso es, realmente no lo tengo, soy un Príncipe sin motivos de vivir.

¿He vuelto a ser el de antes? Aquel Príncipe que siempre planeó quitarse la vida, de manera que todos supieran que fue intencional, e incluso otras, en las que parecería un accidente.

Mi Padre el difunto Sultán Ahmed, debe revolcarse en su tumba sabiendo todo el gran desastre que surgió luego de su muerte.

La lucha por el poder entre Osmán y Mustafá, el enfrentamiento entre Halime y mi Madre, la lucha entre Meleksima y mi Madre, la lucha entre entre todos nosotros, su familia.

Camino por el césped hasta llegar a la Arena de Batalla en la que se encuentran mis hermanos.

Murad practica con un maniquí y una espada de madera, y junto a él su maestro de armas, mientras que Bayezid practica con el escudo y su respectivo maestro, ambos muy agitados.

¡Hermano! Mira lo bien que logro atacar. —Dice Murad contento y enérgico. –Solo mira, ¡Mira!

Me esfuerzo por darle ánimo pero solo logro darle una sonrisa forzada.

Maestro, voy a descansar un momento y a conversar algo con mi hermano, regreso enseguida.

–Está bien, Príncipe, pero regrese pronto para continuar con el escudo.

Extrañado por la petición de Murad de conversar conmigo me limito a seguirlo en silencio hacia una fuente en las afueras de la arena.

¿Todo bien Murad?

–¿Todo bien Mehmed? Eres tú quien debería hablar de vez en cuándo, llevabas días sin salir de tus Aposentos, sin mencionar tus semanas de completo silencio, cada vez que pasaba por allí para hablarte escuchaba tu llanto desde afuera, y mírate, luces horrible. —Señala mi rostro. –Y no lo digo por los golpes y heridas, eso ya desaparecerá, sabes bien de qué hablo, estás ojeroso, triste, y de mal aspecto, deberías recortar tu cabello y barba.

–¿Tan mal me veo, hermano?

–Si, Mehmed, y te lo digo ahora por que es primera vez que te atreves a salir desde la muerte de Tarkan Iskender, aun que nadie habla de lo sucedido, pareciera que nadie lo recuerda.

Se sienta en el borde de la fuente, yo me acerco y lo imito, comienzo a jugar con mi mano en el agua.

Tal vez todos olvidaron a Tarkan, pero yo no, no puedo y nunca lo haré.

–Pero debes hacerlo, sigue adelante por favor, te exijo que lo superes, y te digo esto muerto de miedo por tu reacción, pero no aguanto más la pesadez de ese sentimiento de ver cómo te hundes una vez más, ya no está nuestro Padre, y tampoco Ayse, eran en quienes me apoyaba para saber cosas y como reaccionar, y luego estaban Iskender y tú, y lo perdí también, por favor no desaparezcas tú también.

Tanto ha madurado Murad en un periodo muy corto. Siempre consideré que sus ideas y pensamientos eran adelantados a su edad pero escucharlo exigirme que me comporte a la altura me pone los pies en la Tierra nuevamente, en cierto modo.

Príncipe Mehmed. (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora