"El Juego De Mehmed" (7x09)

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Príncipe Mehmed.

Descansé durante todo el día en el jardín. ¿Descansas de qué? Solo Alá lo sabe, ya que no hago mucho pero aún así estoy agotado. Es de tarde y pronto anochecerá, es el tiempo perfecto para llamar la atención de mi espía e ir a mis Aposentos.

   –Murad, ven aquí. —Lo llamo con un gesto con mi mano en el aire. Él se acerca curioso. Nos alejo un poco de los guardias para que no nos escuchen. –Necesito pedirte un favor.

   –¿Sucede algo malo hermano?

   –No, nada malo, solo necesito que vayas a un pasillo y espíes quién entra en la bodega de puerta negra, es aquel pasillo luego de la escalera al pasar la cocina del primer nivel, intenta que nadie te vea, ¿Crees ser capaz de eso? La bodega de puerta negra se encuentra subiendo las escaleras y doblando a la derecha, debe entrar alguien que tardará bastante en salir.

   –¿Y qué se supone que estará haciendo en la bodega?

   –Nada importante, tu objetivo es averiguar quién es la concubina o el Aga que entre ahí, que no te descubran.

   –Confía en mí, hermano, no te defraudaré.

Murad se da media vuelta y comienza a correr de regreso al Palacio. Doy un largo suspiro y miro alrededor del jardín, dándole tiempo de esconderse y espiar.


Cierro las puertas tras de mí y me acerco al balcón para contemplar el atardecer. Aún con desconocimiento si aquel espía ya se encuentra en posición. Camino hasta mi vestidor fingiendo colgar mi vestimenta superior, para poder observar el agujero en la pared, y tal como creía, su ojo ya se encuentra en posición.

Mi corazón se acelera con nerviosismo e intento disimular la rojez en mis mejillas dándole la espalda. Estiro y elongo un poco mis brazos en el aire y me acerco a la cama, para distinguir en el agujero que hice con mi daga si el intruso o la intrusa, aún se encuentra ahí.

Me quito la camisa lentamente, creyendo que tal vez se apartaría al notar que comienzo a desnudarme, pero no, permanece. Mi torso queda desnudo, con mi mano recorro las lineas de mis apenas músculos marcados en la piel, pasando por mi pecho y luego mi abdomen.
Me recuesto en la cama y cierro mis ojos, fingiendo quedarme dormido sin haberme quitado los pantalones. Miro por el agujero a la altura de sus piernas, y veo el movimiento, decidió marcharse.
Si Murad se encuentra del otro lado cuidando el pasillo, es efectivo que mi plan acaba de funcionar, y finalmente daré con mi espía.



Abro mis ojos ya de mañana, y estiro mis brazos para despertar bien mi cuerpo. Quito las mantas y me visto rápidamente. Murad debe tenerme la información, de solo pensarlo me lleno de ansiedad. Él es capaz de conseguir cualquier nombre, de cualquier Aga o concubina del Harén, tiene sus tácticas de informante.

Me apresuro en salir de mi Aposento en dirección al pasillo de los suyos y encontrarlo pronto. La zona de mis hermanos menores se encuentra un par de bloques de cuartos y habitaciones más allá del mío. Mi nerviosismo me carcome por dentro y queda demostrado para quien pueda observarme al ver el incesante golpe que tienen mis manos una contra la otra mientras camino

Saludo a los dos Agas de la puerta y me indican que los chicos ya no se encuentran ahí.

¿Cómo que no están? ¿Dónde fueron tan temprano?

–Ya es medio día Príncipe, se encuentran comiendo con su Majestad, el Sultán Osmán.
Responde amable el Aga de cabello color Arena.

–Si, claro, genial. —Digo dándole la espalda.

Regreso por el pasillo que vine y me detengo en una de las ventanas hacia el Jardín Imperial. Se ve a los reclutas Jenízaros en marcha, junto a los caballos y sus picas. Los árboles se mecen con el viento, en lugar de calmarme, me provoca más angustia el solo pensar que Murad simplemente se fue con Osmán.

¿Cómo fue posible que Murad fuese incapaz de correr a decírmelo? Solo fue tras su Sultán para comer. ¿Medio día? Dormí hasta tarde, muy muy tarde.
Al levantarme ni si quiera me percaté si mi intruso espía estaba tras la pared, algún día podría pincharle la pierna a través del agujero que hice, o incluso pincharle un ojo.

Tengo la sensación de que todo lo vivido hacia atrás, mis traumas y miedos, han cambiado algo en mi. En lugar de sentirme horrorizado de que alguien pueda verme durmiendo o cambiando mis ropas, realmente me provoca una sensación de gozo, casi como si disfrutara que me mire.

¿Qué tal si no es un espía que quiere sacarme información? Puede ser una concubina traviesa que intenta verme ya que está enamorada de mí.
Ni pensarlo. Qué tan enamorada debería estar como para hacer eso. Jamás podría haber espiado de esa forma a Tarkan. Tarkan...

Hermano. —Me llama Murad. Volteo a verlo.

¿Murad? Se suponía teníamos un trato, ibas a decirme lo de la concubina en la bodega.

–Osmán me llamó para comer junto a Bayezid y los demás, tuve una oportunidad corta de ir a verte pero estabas durmiendo realmente profundo, decidí dejarte descansar. —Levanta sus hombros.

Está bien, no te preocupes, no estoy molesto. —Le toco la cabeza. –Pero vamos, dime, cuál es el nombre de aquella concubina.

Entrecierra los ojos e inclina su cabeza hacia un lado. Pareciera que se tomará su tiempo para responder.

Su nombre es Baris, y no es una concubina, es un Aga que lleva ya bastante tiempo en el Palacio.

Lo quedo mirando estupefacto.

¿Baris Aga es el sujeto que entra a esa bodega? ¿Estás seguro?

–Si, hermano, lo reconozco, ni si quiera tuve que investigar su nombre por que incluso he conversado con él. Tiende a ser callado y aparenta ser sumiso, pero dudo que lo sea.

–¿Sabes si es cercano a alguna Sultana?

–No, está por su cuenta, cualquier cosa extraña que haga, nace de él, solo tiene órdenes de cuidar y ayudar con los cargamentos de verduras de la cocina, nada importante.

–¿Es un guardia?

–Literalmente cuida las puertas de los Aposentos del pasillo nuestro.

–¿Qué?

–Si, es uno un poco más alto que tu, es rubio y tiene ojos verdes.

De pronto recuerdo el rostro del Aga en la puerta de Murad. Tuve al sujeto en frente de mi nariz.
Me corrigió cuando dije que era temprano. Lo vi de frente, nunca me hubiese enterado si no fuese por Murad. Ese mismo Aga que cuida la puerta de mi hermano pequeño, me espía desnudo en mis propios Aposentos.

Príncipe Mehmed. (Gay)Where stories live. Discover now